Pero Otegui es un oportunista político: quiere llegar al poder para materializar su visión totalitaria. Sánchez es un oportunista vacío: quiere conseguir el poder por un mero placer narcisista. Serán, por tanto, los oportunistas políticos los que marquen su agenda. Lo más desagradable -y, me temo, lo más perdurable- son los ajustes de disonancia de sus votantes. Al funcionar las siglas como marcador identitario -y una vez estigmatizado el adversario; muchas iniciativas legislativas están orientadas principalmente a este fin- los votantes reordenaran sus posiciones en torno a las evoluciones del líder hueco de su partido. Es decir, quieren seguir votando al PSOE, así que Bildu -que es su socio- no puede ser malo. Lo llaman «mover la ventana de Overton», pero se parece bastante al envilecimiento. Vienen malos tiempo, y se necesita con urgencia un partido de centro izquierda con capacidad para escandalizarse ante estas cosas.
Las hembras del grillo mormón depositan los huevos en los machos, que los llevan en su interior, los alimentan y los cuidan hasta que nacen los pequeños grillos. Es decir, el grillo mormón macho invierte más tiempo, recursos y esfuerzo en su descendencia que la hembra, y esto tiene dos consecuencias: 1) los machos son más selectivos a la hora de escoger pareja y 2) las hembras –que son más grandes, fuertes y agresivas- compiten entre sí para ser elegidas por el macho. Esta es la fundamental teoría de la « inversión parental » que Robert Trivers formuló en 1972, y funciona exactamente igual –aunque a la inversa- en la especie humana. Sí, amigos, las hembras humanas son más selectivas que los machos y emparejan hacia arriba. Analizando la app de citas OKCupid se comprueba que las mujeres califican al 80% de los hombres como menos atractivos que la media, y este 80% recibe sólo un 30% de respuestas a sus avances: un sesgo evidente. En cambio los hombres afinan mucho más y consideran qu...
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