Ir al contenido principal

PARADOJAS EMOCIONALES


El 13 de septiembre de 1848 Phineas Gage, que trabajaba en la construcción del ferrocarril entre Rutland y Burlington (Vermont), acababa de hacer un agujero en una roca para proceder a su voladura. El proceso habitual incluía rellenar el agujero con pólvora, insertar un detonador, añadir arena para canalizar la onda expansiva hacia la roca, y compactar el conjunto con una barra de hierro, pero Gage se distrajo momentáneamente y la arena fue omitida. Al usar la barra una inesperada explosión la convirtió en un cohete: entró por el pómulo izquierdo de Cage, atravesó cráneo y cerebro, y aterrizo a unas decenas de metros cubierta de restos orgánicos. Contra todo pronóstico Gage recuperó la consciencia a los pocos minutos del incidente, y al cabo de unos días era capaz de hablar y razonar correctamente. Sin embargo su carácter había cambiado; el ordenado barrenero se había convertido en una persona intemperante, incapaz de planificar y de acompasar su vida a los usos sociales más elementales. Como decían sus apesadumbrados compañeros, Gage ya no era Gage.

En El error de Descartes Antonio Damasio analiza a pacientes con determinadas lesiones cerebrales, cuya habilidad para razonar se mantiene intacta pero su respuesta emocional se ve alterada. Lo llamativo es que su déficit emocional afecta decisivamente a su capacidad para tomar decisiones razonables en sus vidas diarias, lo que contradice la tradicional dicotomía entre razón y emoción y la capacidad de la segunda para perturbar la acción de la primera. Los casos recopilados por Damasio parecen demostrar que, en realidad, las emociones son piezas esenciales en la toma racional de decisiones. Resulta que la razón pura, liberada de los caprichos de la emoción, es un artefacto que no funciona bien, y esta es la primera paradoja.

La segunda hace referencia a la supuesta autonomía de la razón con respecto a las emociones en la construcción de la moral. En su «Teoría de los Fundamentos Morales» Jonathan Haidt compara la moral con el gusto -algo que ya había hecho Hume-, y a nuestra «mente virtuosa» con una lengua dotada de seis receptores gustativo-morales. A partir de ellos, diferentes culturas producen distintas «gastronomías» morales, pero siempre sobre esos seis fundamentos universales. La distinta ecualización de estos fundamentos, por cierto, también explica las diferencias tendencias políticas entre conservadores y progresistas, izquierdas y derechas o como se quiera llamar.

En realidad Darwin ya afirmó que la conciencia de los hombres y su sentido moral tenían que ser producto de la evolución natural, y le intrigaba el misterio del altruismo: a primera vista el free rider -el egoísta, el gorrón, el aprovechado, el cobarde- tiene más probabilidades de supervivencia que el abnegado que se sacrifica por los demás. Christopher Boehm define la conciencia como la suma de la capacidad para interiorizar emocionalmente las normas comunitarias -experimentando satisfacción cuando el comportamiento es acorde a ellas, indignación, horror y asco ante determinadas transgresiones, y vergüenza cuando una infracción propia es descubierta- y la capacidad para la empatía. Entiende que se desarrolló en nuestra época de alegres cazadores-recolectores, a través de una intensa presión de la tribu contra los free riders que los podía llevar al ostracismo, el exilio y eventualmente la muerte. Esta presión se conoce como «tiranía de los primos», y explica la fuerte tendencia humana a la conformidad con el grupo y a allanarse ante cualquier turba que suene como la voz de la tribu. También, nuestra vulnerabilidad a ser adoctrinados.

Es importante entender que nuestra tendencia altruista, que es real y puede ser estimulada, palidece ante nuestro impulso egoísta. En realidad lo que aseguraba la supervivencia de nuestros ancestros cazadores-recolectores no era tanto su virtud como su reputación: lo importante no era tanto ser bueno como parecerlo, y eso explica también que nuestra razón ha evolucionado para ser nuestro abogado defensor. Explica también -hoy la cosa va de explicaciones- nuestra afición al cotilleo, fundamental para edificar y demoler las reputaciones.

Así que nuestra moral, desarrollada evolutivamente, tampoco es independiente de nuestras emociones. Hay algunos humanos en los que sí existe esta desvinculación emocional: son los psicópatas y no parecen ser el ejemplo moral más estimulante. Esto no pretende negar -dios me libre- la posibilidad de moral, ni abrir la puerta al relativismo. Sencillamente -volviendo al símil gastronómico- no es posible construir una metafísica moral sin nuestros groseros ingredientes físicos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS HOMBRES QUE SUFREN

Las hembras del grillo mormón depositan los huevos en los machos, que los llevan en su interior, los alimentan y los cuidan hasta que nacen los pequeños grillos. Es decir, el grillo mormón macho invierte más tiempo, recursos y esfuerzo en su descendencia que la hembra, y esto tiene dos consecuencias: 1) los machos son más selectivos a la hora de escoger pareja y 2) las hembras –que son más grandes, fuertes y agresivas- compiten entre sí para ser elegidas por el macho. Esta es la fundamental teoría de la « inversión parental » que Robert Trivers formuló en 1972, y funciona exactamente igual –aunque a la inversa- en la especie humana. Sí, amigos, las hembras humanas son más selectivas que los machos y emparejan hacia arriba. Analizando la app de citas OKCupid se comprueba que las mujeres califican al 80% de los hombres como menos atractivos que la media, y este 80% recibe sólo un 30% de respuestas a sus avances: un sesgo evidente. En cambio los hombres afinan mucho más y consideran qu...

VIERNES DE SEXO (11): EL FOLLADOR FURTIVO

Hoy les traigo los hábitos sexuales del combatiente ( Calidris pugnax ), un pájaro originario de Finlandia que luce un vistoso plumaje superior que recuerda un poco a Mildred Roper con una estola de visión. Este plumaje –ya lo habrán sospechado a estas alturas- cumple una función similar a la cola del pavo real: atraer a las hembras. Y los que desarrollan un plumaje más vistoso, que son los de mayor estatus, más agresivos y con más altos niveles de testosterona, parecen atraerlas más. Exactamente igual que en los humanos. Puesto que el plumaje se transmite genéticamente, también habrán sospechado que está correlacionado con alguna ventaja genética: la hembra que se encapricha del combatiente emplumado está, inconscientemente, escogiendo buenos genes. Pero lo curioso es que, dentro de su competición intrasexual por las hembras, los combatientes machos han desarrollado tres estrategias de apareamiento que se corresponden con tres tipos de plumaje. El biólogo David Lank explica que la m...

VIERNES DE SEXO (10) (THIS IS THE END, MY FRIEND)

  Las dos primeras décadas de este siglo han presenciado cambios notables en la actividad sexual de los hombres. Un estudio de Peter Ueda expone que el porcentaje de estadounidenses entre 18 y 24 años, que reportan no haber mantenido relaciones sexuales en el último año, ha ascendido del 19% al 31% , y otras encuestas indican que -en ese mismo periodo- el porcentaje de hombres que llegan vírgenes a los 30 años ha subido del 8% al 27% . Estas tendencias –que se repiten en otros países- afectan abrumadoramente a hombres de bajo estatus, y no se repiten en mujeres, lo que indica –para empezar- que algunos hombres están follando más. ¿Qué está ocurriendo? Los sospechosos habituales son las redes sociales y el porno, pero no parece que, ni remotamente, la respuesta se encuentre allí.  Las apps de citas proporcionan datos interesantes.  - Ordenados en función de su atractivo para el otro sexo, el 20% de los hombres más deseados acapara la atención del 80% de las mujeres. Esto ...