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Mostrando entradas de junio, 2011

LOS NUEVOS GNÓSTICOS (2)

Las distintas sectas gnósticas de los primeros siglos de la Cristiandad creían que el mundo no había sido creado por un dios bondadoso y sabio, sino por un demiurgo inferior de naturaleza maligna. Existía, sí, ese dios bueno, que presidía un panteón luminoso conocido como el Pleroma , pero permanecía desconocido para el común de los mortales. La divinidad suprema gobernaba el Pleroma asistido por los Eones , que eran sucesivas emanaciones suyas de naturaleza masculina o femenina. A partir de aquí, las diferentes sectas difieren en algunos aspectos. Para algunas, dentro del Pleroma también existía el mal, como una característica estructural más. Para otras, el mal se generó por la soberbia de un Eón femenino, pues en las sectas gnósticas predominaba una visión misógina del mundo. En cualquier caso, al emerger el mal surgió una nueva generación de seres, los Arcontes o demiurgos , que pretendieron ser como el Dios primordial y se rebelaron contra él. Su líder, Ialdabaoth , consumó la re

IG FARBEN (10)

A pesar de sus buenas relaciones con las SS, el proyecto Farben Auschwitz no progresaba adecuadamente. Uno de los mayores problemas consistía en que los prisioneros debían caminar diariamente casi cuatro kilómetros desde el campo hasta las plantas de IG, tanto a pleno sol en verano, como bajo un frío polar en invierno, lo que menguaba sus ya escasas energías. Las marchas debían ser realizadas a la luz del día para prevenir intentos de fuga, y en caso de que hubiera niebla se suspendía el traslado. Todo esto hacía que la producción progresara muy lentamente. Con una gigantesca inversión de 900 millones de marcos en juego, era necesario adoptar medidas contundentes, y en julio de 1942 el consejo de administración de IG acordó solventar todos sus problemas laborales construyendo su propio campo de concentración, que se situaría junto al complejo industrial. El plan, que requería una inversión adicional de 5 millones de marcos, era bastante innovador para una compañía privada, pero tanto l

LOS NUEVOS GNÓSTICOS (1)

En su libro Ciencia, política y gnosticism o  Eric Voegelin aventura una comparación entre las sectas gnósticas de los primeros siglos de nuestra era e ideologías del XIX y XX como el positivismo y el marxismo. ¿Parecidos entre el marxismo y el gnosticismo? ¿Entre una doctrina moderna, quizás la más influente del S.XX, y unas sectas religiosas?. El símil es sugestivo. No es la primera vez, desde luego, que el marxismo y sus derivados son considerados una religión sustitutoria. La Ilustración desacreditó las religiones y convenció al hombre, de manera bastante injustificada, de que es un ser racional. Pero al desterrar la religión de su vida quedaron desamparadas las emociones que aquélla satisfacía, y el hombre tuvo que buscar rápidamente un sustitutivo en el que esas emociones pudieran materializarse. El marxismo es, entonces, una religión pero disfrazada de cientificidad, y con eso quedan satisfechas simultáneamente las necesidades emocionales y la apariencia de razón. La novedad

MAS SOBRE LOS INDIGNADOS

Ya he comentado que una de las características más relevantes de los indignados es su adanismo. Ellos no son en absoluto conscientes del grado de complejidad y refinamiento de la civilización en la que habitan, que se ha ido formando a lo largo de milenios. Están, eso sí cargados de resentimiento, y creen que este mundo (cuya estructura, insisto, no ven en absoluto) es una birria y que ellos pueden construir otro mejor. Inmediatamente. Con dos cojones. Ellos viven, por supuesto, perfectamente protegidos en la sociedad que ignoran, y en este sentido su actitud es tan coherente como la de una tenia que se dedicara a despotricar contra el intestino grueso. El resultado, en lo intelectual, es la desoladora penuria intelectual de sus comunicados. Y, en lo material, queda simbolizada por la estructura estable que han dejado en Sol, que no es precisamente el baldaquino de Bernini.

IG FARBEN (9)

En el verano de 1941 los trabajos en Farben-Auschwitz no progresaban a la velocidad esperada, y los directivos comenzaron a temer que las plantas de Buna y carburante sintético no estuvieran a punto para contribuir a la recién comenzada campaña rusa. Entre continuos retrasos y roturas de stock, los encargados de IG comenzaron a culpar al personal de las SS que, en su opinión, no parecían entender “ los métodos de trabajo de la libre empresa ”*. Uno de los problemas detectados consistía en que los kapos azotaban a los trabajadores forzados del campo a la vista de todo el mundo, lo que resultaba desagradable, tanto para los trabajadores libres (polacos de los pueblos vecinos), como para los técnicos alemanes. De modo que en el informe de Farben-Auschwitz correspondiente a la primera semana de agosto de 1941 consignaron lo siguiente: “ Hemos llamado la atención a los oficiales del campo sobre el hecho de que, en las últimas semanas, los prisioneros están siendo duramente, y en forma cre