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Mostrando entradas de junio, 2019

LA PARADOJA DE LA BONDAD

¿Rousseau o Hobbes? ¿Somos animales naturalmente pacíficos y tolerantes, o más bien peligrosas criaturas que hacen su vida «solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve»? Puede que, finalmente, los dos tuvieran razón: « Nuestra tolerancia social y nuestra agresividad no son los opuestos que inicialmente parecen ser, porque los dos comportamientos implican diferentes tipos de agresión. Nuestra tolerancia social proviene de que tenemos una tendencia relativamente baja a la agresión reactiva , mientras que la violencia que hace mortales a los humanos es la agresión proactiva (…) La agresión -es decir, un comportamiento destinado a causar daño físico o mental- se divide en dos tipos principales, tan distintos en su función y biología que desde un punto de vista evolutivo necesitan ser considerados por separado ». La agresión reactiva es la agresión defensiva, impulsiva, y en caliente; deriva de impulsos de ira o miedo, y se relaciona con la pérdida de control. La agresión proactiva

QUINTO EL TEMIBLE, LA ENVIDIA Y LOS 47 MILLONES

El patrimonio del diputado Marcos de Quinto, desvelado en su declaración ante el Congreso, ha levantado algunas cejas. Es cierto que no ha habido críticas directas por parte de periodistas y tertulianos, pero sí dog-whistle politics : parece haberse asumido que la mera enumeración de propiedades serviría para teñir de sospecha al diputado y su partido. ¿Es justo que unos tengan más que otros? Según Robert Nozick se puede responder con dos enfoques, uno es estático , el otro dinámico . El estático se limita a tomar una foto de la realidad, a compararla con un patrón ideal -por ejemplo, el igualitario- y a sacar las conclusiones correspondientes. Por el contrario el enfoque dinámico analiza el camino que ha conducido a esa situación: una situación será justa si las personas han actuado libremente a lo largo de él. Imaginemos un gobierno que quisiera acabar drásticamente con la desigualdad en España, que expropiara toda la riqueza nacional –excepto el chalet de Galapagar, claro-