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Mostrando entradas de noviembre, 2016

a.t.p. TOCQUEVILLE Y LA DEMOCRACIA LIBERAL (y 2)

Cuando Tocqueville publica en 1835 la primera parte de La democracia en América piensa que la democracia –identificada, recordemos, con la igualdad- y la libertad no son necesariamente compatibles. En realidad, piensa, la democracia ofrece unos peligros –la centralización de un inmenso poder burocrático, el individualismo y la tiranía de la mayoría- mucho más formidables que las instituciones del antiguo régimen. Unos peligros que la sociedad americana ha conseguido conjurar gracias, por un lado, a un carácter especial, y por otro a unas instituciones apropiadas. Cuando cinco años más tarde Tocqueville lanza la segunda parte de la obra su alarma es aún mayor. Está en marcha una potente corriente emocional que combina anhelos de igualdad, fe en la planificación económica y suspicacia hacia la propiedad privada. En conjunto reviste la forma de una nueva religión, y las distintas sectas que navegan en ella –los sansimonitas, los adeptos de Fourier, en breve los comunistas de Cabet- co

a.t.p. TOCQUEVILLE Y LA DEMOCRACIA EN AMERICA (1)

Nota: en esta entrada será el autor estudiado el que hable. Por los codos. « Es nuestra forma de utilizar las palabras “democracia” y “gobierno democrático” la que produce mayor confusión. A menos que se definan claramente éstas, y se llegue a un acuerdo sobre las definiciones, la gente vivirá en una inextricable confusión de ideas para beneficio de demagogos y déspotas ». Esto dice Alexis de Tocqueville . Empecemos entonces por averiguar qué es lo que él entiende por democracia, y reconozcamos que en su obra no hay una definición precisa. Curiosamente, sí la encontramos garrapateada en una nota de viaje [1]: « Explicar en alguna parte lo que entiendo por siglos de democracia/igualdad. No es ese tiempo quimérico en que todos los hombres son perfectamente parecidos e iguales sino (…) cuando no haya clasificaciones permanentes de casta ni clase, ni barreras infranqueables o siquiera difíciles de franquear; de suerte que, aunque todos los hombres no sean iguales, puedan todos as