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Mostrando entradas de noviembre, 2021

ACTUALIDAD SOBRE EL VIRUS

El presidente de Sudáfrica se queja de la sobreactuación de los gobiernos europeos ante la nueva variante del virus. Están -dice- penalizando a un país que ha actuado con gran transparencia, y con ello implica que se está enviando un estímulo a la opacidad: la próxima vez, mejor me callo. El caso es que los gobiernos nacionales reaccionan para proteger a sus ciudadanos, pero la pandemia es global. Las estrategias deberían ser mundiales, pero el poder político está compartimentado en países, e incluso dentro de los países, lo que complica aún más las cosas como bien sabemos. Por su parte Suiza ha aprobado la obligatoriedad del pasaporte COVID. Lo ha hecho en mediante referéndum, como si las masas fueran más inmunes a la histeria que un gobierno representativo. Los medios hablan de una «clara mayoría del 62%», lo que supone que una nada despreciable minoría -nunca lo es- del 38% no está activamente de acuerdo con una medida que muchos perciben como una agresión de lo público a su autonom

ACERCA DE EXPERTOS Y GORRONES

No vacunarse es una opción, pero no se puede exigir mucha simpatía hacia ella. En algunos casos la decisión parece provenir de movimientos muy politizados y poco contaminados por la ciencia. En otros, de un temor a los efectos secundarios de la vacuna. Pero en este último caso -que implica, en la lucha contra la pandemia, delegar los «riesgos» de vacunarse en otros- estamos ante un caso claro de gorrón social. El gorrón -o más finamente free rider - siempre ha planteado un interesante enigma: cómo, a pesar de la tentación gorrona, hemos conseguido evolucionar hasta llegar a ser sociedades altamente cooperativas. Obviamente ser un aprovechado tiene beneficios inmediatos, y el propio Darwin pensó que la explicación está en la evolución grupal: aunque ser un aprovechado sea genéticamente rentable, una tribu de aprovechados perderá en la competición contra otra cuyos miembros acepten ciertos sacrificios por el bien común. Hoy se acepta que existe un factor aún más potente: la censura soci

¿QUIÉN SERÁ EL PSC?

Creo que fue Jorge San Miguel el primero que dio en el clavo: Sánchez ha trasladado el funcionamiento del nacionalismo catalán a la política nacional. Para los nacionalistas sólo una parte de la sociedad es la verdadera sociedad. No es que lo proclamen abiertamente, ni se animan a estas alturas a redactar leyes de ciudadanía, pero el ciudadano de segunda recibe continuamente mensajes inequívocos en este sentido: sabe que en todos los campos sociales, incluido el acceso al empleo público, los brahmanes tienen preferencia. El resultado final es bien conocido: la sociedad catalana se ha fracturado. Pero los políticos han vivido -y continúan haciéndolo- muy bien, que es lo realmente decisivo. El secreto de su éxito está en la mercancía venenosa que han manejado: el etnicismo, la penúltima racionalización de nuestra tendencia a dividir entre Nosotros y Ellos. Sánchez, si quería imitar la receta del nacionalismo, necesitaba un criterio de discriminación igualmente efectivo, y no sólo enco

LA RAZÓN ACORAZADA

En Dune -un vistoso pestiño- los guerreros pelean provistos de unos escudos singulares. Son campos de fuerza portátiles que rechazan eficazmente los golpes directos -una cuchillada violenta, un disparo- pero que tienen un punto débil: pueden ser penetrados si el movimiento es lo suficientemente sutil. En su imprescindible La mente de los justos Jonathan Haidt describe a la razón humana como un jinete subido precariamente sobre un elefante. Dice Haidt que lo prefirió a un caballo porque es más grande y más inteligente; representa la parte no consciente que decide nuestros actos: intuiciones y emociones, incluidas las morales. ¿Y el jinete? Pues en la mayor parte de los casos se dedica a construir argumentaciones ex post para justificar los movimientos del elefante, cuyos motivos con frecuencia ignora por completo. En ese sentido no es su conductor, sino su abogado defensor. Porque la razón no evolucionó para buscar la verdad, sino -somos animales sociales- para convencer al resto de

EL DILEMA DE PICQUART

En la oscuridad de su despacho el coronel Picquart accede abruptamente a una revelación: Dreyfuss es inocente. La escritura del documento que sirvió para condenarlo coincide exactamente con la de Esterhazy, sobre el que se acumulan otros indicios. En uno de los platillos de la balanza que acaba de definirse están la comodidad, la carrera profesional, la reputación y -pronto lo descubrirá- la libertad de Picquart; en el otro reposa desvalida la verdad. Sería tan fácil dejar que continuase oculta… Picquart comunica a sus superiores el descubrimiento. En una reunión con el general Gonse éste le expone la conveniencia de barrerlo debajo de la alfombra. Tal vez se ha cometido un error, sí, pero está en juego el honor del ejército y la tranquilidad de la nación: la libertad y el honor de Dreyfuss deben ceder, lamentablemente, a estas consideraciones superiores. Somos soldados, cumplimos órdenes; no nos corresponde enjuiciar este caso, y aquí estamos para cumplir nuestro deber. El dilema de P