Permítanme presentarles hoy a Matías Vallés, columnista del Diario de Mallorca.
Su característica principal es que dispone de un caudal de resentimiento aparentemente inagotable. Él sabrá de dónde lo extrae, y por qué ha decidido canalizarlo permanentemente hacia el mismo lado (el lado derecho). El resultado es que Matías Vallés, que comenzó siendo un columnista con cierta gracia, lleva años escribiendo el mismo artículo. Esto facilita la tarea de los lectores, que pueden optar por saltarse sus artículos sin temor a perder información.
El mismo día en que el Juez decretó el archivo de la querella presentada tras la desgraciada muerte del emigrante senegalés, Vallés volvió a presentar su versión de los hechos: Alpha Pam murió porque la sanidad balear, sabiendo que podía padecer tuberculosis, prefirió ahorrarse los 20 € de una radiografía. Aparentemente Vallés opina que los trabajadores de los hospitales de Baleares no son sólo malos, sino también estúpidos, pero es que todos sus artículos presentan una profundidad similar. En realidad Matías Vallés parece habitar en el reverso tenebroso de los Teletubbies, y ayer, por si no había quedado claro, volvió a insistir en una columna cuyo titular era éste: “si Alpha Pam hubiera sido español le habrían salvado la vida”.
El caso es que Matías Vallés recoge las opiniones del “hermano” de Alpha Pam, y las comillas son de Matías Vallés, no mías: así se refiere a un compañero del fallecido, supongo que para que la noticia sea más impactante. Llama la atención, no obstante, que Matías Vallés dedique mucha más atención a las declaraciones del “hermano” del fallecido que a las de sus familiares sin comillas, según las cuales su pariente sí recibió atención médica. Su propio periódico lo contó el 21/11/2013, así como que los querellantes, los de la querella cuyo archivo molesta tanto a Matías Vallés, habían llegado hasta el punto de oponerse a que la familia del fallecido (sin comillas) se personase en la causa. No está mal.
Racismo, recortes, maldad y estupidez. Normal, tratándose del PP. Esta es la nube acusatoria preparada por Matías Vallés. Es pertinente recordar que no es el único en haber hablado de racismo sin haberse disculpado posteriormente. El propio Alfredo Pérez Rubalcaba atribuyó la muerte a la aprobación por el PP de una norma “con un tufo insoportablemente racista” (el Decreto 16/2012), y Cayo Lara y Llamazares hablaron de “apartheid sanitario”. Es también pertinente recordar que estos últimos exigieron enérgicamente la intervención de la Fiscalía. Pues bien, esto es lo que la Fiscalía dijo:
“En sus más de veintidós años de ejercicio profesional el fiscal que suscribe jamás había asistido a una maliciosa utilización tan evidente de la acción penal para, lejos de descubrir la verdad, perseguir el delito y castigar al delincuente, satisfacer otro tipo de pretensiones perfectamente calificables como políticas”.
Esto, por supuesto, le trae sin cuidado a Matías Vallés, que previsiblemente seguirá escribiendo su artículo, siempre el mismo, desde su púlpito del Diario de Mallorca.
Su característica principal es que dispone de un caudal de resentimiento aparentemente inagotable. Él sabrá de dónde lo extrae, y por qué ha decidido canalizarlo permanentemente hacia el mismo lado (el lado derecho). El resultado es que Matías Vallés, que comenzó siendo un columnista con cierta gracia, lleva años escribiendo el mismo artículo. Esto facilita la tarea de los lectores, que pueden optar por saltarse sus artículos sin temor a perder información.
El mismo día en que el Juez decretó el archivo de la querella presentada tras la desgraciada muerte del emigrante senegalés, Vallés volvió a presentar su versión de los hechos: Alpha Pam murió porque la sanidad balear, sabiendo que podía padecer tuberculosis, prefirió ahorrarse los 20 € de una radiografía. Aparentemente Vallés opina que los trabajadores de los hospitales de Baleares no son sólo malos, sino también estúpidos, pero es que todos sus artículos presentan una profundidad similar. En realidad Matías Vallés parece habitar en el reverso tenebroso de los Teletubbies, y ayer, por si no había quedado claro, volvió a insistir en una columna cuyo titular era éste: “si Alpha Pam hubiera sido español le habrían salvado la vida”.
El caso es que Matías Vallés recoge las opiniones del “hermano” de Alpha Pam, y las comillas son de Matías Vallés, no mías: así se refiere a un compañero del fallecido, supongo que para que la noticia sea más impactante. Llama la atención, no obstante, que Matías Vallés dedique mucha más atención a las declaraciones del “hermano” del fallecido que a las de sus familiares sin comillas, según las cuales su pariente sí recibió atención médica. Su propio periódico lo contó el 21/11/2013, así como que los querellantes, los de la querella cuyo archivo molesta tanto a Matías Vallés, habían llegado hasta el punto de oponerse a que la familia del fallecido (sin comillas) se personase en la causa. No está mal.
Racismo, recortes, maldad y estupidez. Normal, tratándose del PP. Esta es la nube acusatoria preparada por Matías Vallés. Es pertinente recordar que no es el único en haber hablado de racismo sin haberse disculpado posteriormente. El propio Alfredo Pérez Rubalcaba atribuyó la muerte a la aprobación por el PP de una norma “con un tufo insoportablemente racista” (el Decreto 16/2012), y Cayo Lara y Llamazares hablaron de “apartheid sanitario”. Es también pertinente recordar que estos últimos exigieron enérgicamente la intervención de la Fiscalía. Pues bien, esto es lo que la Fiscalía dijo:
“En sus más de veintidós años de ejercicio profesional el fiscal que suscribe jamás había asistido a una maliciosa utilización tan evidente de la acción penal para, lejos de descubrir la verdad, perseguir el delito y castigar al delincuente, satisfacer otro tipo de pretensiones perfectamente calificables como políticas”.
Esto, por supuesto, le trae sin cuidado a Matías Vallés, que previsiblemente seguirá escribiendo su artículo, siempre el mismo, desde su púlpito del Diario de Mallorca.
Comentarios
A mí, cuando un escritor o un articulista me gustan, me encanta que escriban una y otra vez el mismo libro o el mismo artículo, con distintas perspectivas , con protagonistas diferentes, pero reconocibles en su clima, en sus obsesiones...
Lo que pasa con este hombre, es que no es un escritor, ni un periodista, aunque tenga un título donde se le llame así. Es nada más que un repetidor de consignas de "progresía" interesada y partidista.
Espero que no le afecte lo que el tiparraco diga.
Buenas noches
”... que ahora nos enviarán embotellada en Bangla Desh. O en la Península, una realidad indiferenciada de la bangladesí gracias a la reforma laboral esclavista de Rajoy”.
Porque en el mundo de Matías Vallés España es igual a Bangla Desh, y Rajoy ha convertido a los trabajadores en esclavos. Esto es lo que hay. Un abrazo.