Ir al contenido principal

BREXIT FRENTE A BRISTOL


Publicado en Letras Libres, 17/01/2019

Si el gobierno fuese, en cualquier modo, cuestión de voluntad, la vuestra debería sin ningún género de dudas ser superior. Pero el gobierno y la legislación son problemas de razón y juicio y no de inclinación y ¿qué clase de razón es esa en la cual la determinación precede a la discusión, en la que un grupo de hombres delibera y otro decide y en la que quienes adoptan las conclusiones están acaso a trescientas millas de quienes oyen los argumentos?”.

Esto decía Burke en 1774 a sus electores de la circunscripción de Bristol. Contestaba a los rivales que lo acusaban de que, una vez en el Parlamento, no seguiría las instrucciones que le dieran los vecinos de la localidad y por tanto no defendería sus intereses. Con su respuesta Burke estaba afirmando dos cosas. Una, que la política es una cuestión de conocimiento y razón. Otra, que el Parlamento es un espacio de deliberación. No es poca cosa.

Sin duda la mayoría de los políticos de entonces y de ahora estarían de acuerdo con las dos afirmaciones; otra cosa es que las lleven a la práctica. Para el político poco escrupuloso, que antepone su permanencia a cualquier otra consideración, resulta muy tentador seducir a su electorado con halagos y promesas de dádivas, aunque sepa que aquellos son falsos y estas perniciosas. En esto consiste el caciquismo, que se extiende hasta nuestros días.

Por eso el discurso de Burke era excepcional: lo normal habría sido prometer a los de Bristol una ampliación del puerto o una estación nueva de ferrocarril, o incluso alguna disminución de los tributos locales. O mejor aún, podría haberlos convencido de estar sufriendo un agravio intolerable, y señalarles a continuación un responsable: Londres nos roba. Porque ya puestos a abandonar la razón y dedicarse a seducir al cliente, lo más eficaz es centrarse en las emociones más potentes, aquellas que nos retornan a una tribu dispuesta a aplicar la cachiporra. Llámase esta forma extrema de caciquismo, basada en fomentar y gestionar la frustración y la ira, populismo. De esto trata Brexit: the uncivil war (Toby Haynes, 2019)

La película se centra en Dominic Cummings (Benedict Cumberbatch) jefe de Vote Leave, campaña oficial en favor de la salida del Reino Unido de la UE. Creada en principio por diputados laboralistas y del UKIP, recibió el espaldarazo cuando se incorporaron cinco ministros conservadores incluido el de Justicia y Lord Canciller Michael Gove. Es interesante que sin saberlo –invoca mucho a Sun Tzu, pero nada a este argentino- Cummings sigue estrictamente la senda detallada por el gurú del populismo de izquierdas Ernesto Laclau. El primer paso es la detección de focos de inquietud y frustración en la sociedad: lo consigue eficazmente gracias a los datos extraídos de las redes sociales y procesados por la empresa AggregateIQ -algo parecido a lo de Cambridge Analytica, que también aparece en la película bajo la fugaz sombra de Steve Bannon-.

A continuación, también gracias a AggregateIQ, Cummings puede segmentar y mandar mensajes personalizados. ¿De qué tipo? En esto también sigue la receta de Laclau. Dado que los motivos de inquietud son heterogéneos –y que, desde luego, Cummings no tiene soluciones a mano- necesita un “significante vacío” que los aglutine. Cummings diseña uno impactante: “recuperar el control”. ¿Y esto que quiere decir? Pues nada: los significantes vacíos son el equivalente del bullshit. Pero la campaña de Cummings tampoco desdeña la mentira directa. Como lo de rotular autobuses diciendo que Europa cuesta al Reino Unido 350 mm£, que podrán dedicar al Sistema Nacional de Salud en cuanto el Brexit tenga lugar –exactamente como los 16.000 mm€ anuales que Cataluña tendría, según Junqueras, en cuanto se separase de la España opresora-.

Pero falta lo más importante. Esta ideología tan progresista, soportada por la más moderna tecnología, necesita para funcionar al ancestral chivo expiatorio. De este modo Cummings señala a los atribulados ingleses los culpables de la frustración: las elites políticas –ahí están los MP’s y Boris Johnson clamando con entusiasmo contra ellas-, Europa, y los inmigrantes. Sí, los inmigrantes. A pesar de que Cummings alega virtuosamente que no va a recurrir a esa táctica – como hace Nigel Farage sin complejos en su propia campaña-, pueden ver aún en su página web como la inmigración aparece destacada entre los problemas.

Con todo esto ya tiene a los votantes perfectamente preparados para, muy indignados, pegarse una patada en el propio trasero. Y en el de los demás, claro. Obviamente el Brexit no va a resolver esas frustraciones, sino que acabará agravándolas: los Cummings de turno lo saben, pero mientras tanto se lo habrán pasado bien. De este modo la campaña en favor de la permanencia, que se ha basado en una apelación a la razón y los datos, es derrotada por el flautista de los lemmings.

Vuestro representante os debe, no sólo su trabajo, sino su juicio, y os traiciona, en vez de serviros, si lo sacrifica a vuestra opinión.

Esto decía Burke en Bristol, y esto es exactamente lo contrario que hicieron los políticos favorables al Brexit. Queda una pregunta interesante: ¿se asustaron al ganar? ¿Confiaban en que el Bremain triunfara, y se limitaban a recaudar crédito populista-electoralista –“yo os defendí contra la inmigración y contra Europa”-de cara a unas futuras elecciones? La película, al mostrar la cara de Boris Johnson tras el triunfo, parece apuntar hacia esto.

Quizás la escena más desoladora se produce cuando, una vez anunciado el triunfo del Brexit, el gurú Cummings es reclamado por su equipo para hacer un discurso. ¿Cuál será el siguiente paso? Ante la mirada expectante de sus discípulos Cummings, subido en una mesa, solo es capaz de dar un puñetazo indignado en el techo y volver a repetir el eslogan vacío. Recuperar el control, dice el que ha disuelto a los ciudadanos en una tribu.

Véanla. Es muy instructiva.

Comentarios

Bruno ha dicho que…
Bueno, algo deben de saber los candidatos antes de ser elegidos. Mas bien bastante. ¿Cómo, si no, van a deliberar?
Otra cosa son los prometedores, Que no saben, excepto que sus votantes saben menos.
viejecita ha dicho que…
¡ Vaya ! Habrá que ver la película.
Pero el intríngulis es lo que pueda ocurrir en la realidad.
Gracias por la reseña, Don Navarth
navarth ha dicho que…
Don Bruno, Doña Viejecita ¿cuándo se animan a una vista al Congreso?
viejecita ha dicho que…
Don Navarth:
Yo bajo a Madrid, a mi despacho, todos los martes y jueves, y estoy allí a partir de las 8 de la mañana. Y me vuelvo a mi casa, a 30 km, en cuanto he terminado.
Pero siempre que a usted le venga bien, a partir de las 11 o así, en esos días, estaré encantada de ir a visitarle al Congreso.
Y si coincido con Don Bruno, con Don Belosticalle, o con cualquier otro de sus fans, estaré más encantada todavía.
Lo malo, para mí, es la tarde, que ya, a las 16h, estoy para el tinte...

¡ Animo, Fuerza, y Honor ! Como diría Russell Crowe

Un abrazo
Bruno ha dicho que…
Muchas gracias por la invitación. Pero vivo en Valencia acompañado de una provecta edad y algunos achaques. Además me meterán en la cárcel si miro a alguna diputada de izquierdas con lujuria, o eso piensa ella.

Entradas populares de este blog

VIERNES DE SEXO (10) (THIS IS THE END, MY FRIEND)

  Las dos primeras décadas de este siglo han presenciado cambios notables en la actividad sexual de los hombres. Un estudio de Peter Ueda expone que el porcentaje de estadounidenses entre 18 y 24 años, que reportan no haber mantenido relaciones sexuales en el último año, ha ascendido del 19% al 31% , y otras encuestas indican que -en ese mismo periodo- el porcentaje de hombres que llegan vírgenes a los 30 años ha subido del 8% al 27% . Estas tendencias –que se repiten en otros países- afectan abrumadoramente a hombres de bajo estatus, y no se repiten en mujeres, lo que indica –para empezar- que algunos hombres están follando más. ¿Qué está ocurriendo? Los sospechosos habituales son las redes sociales y el porno, pero no parece que, ni remotamente, la respuesta se encuentre allí.  Las apps de citas proporcionan datos interesantes.  - Ordenados en función de su atractivo para el otro sexo, el 20% de los hombres más deseados acapara la atención del 80% de las mujeres. Esto presenta un pa

VIERNES DE SEXO (7)

Don Juan: Del mismo modo arregladas mis cuentas traigo en el mío: en dos líneas separadas los muertos en desafío y las mujeres burladas. Después de leer estas entradas, ustedes están en condiciones de entender cabalmente qué representa esta escena. Don Juan Tenorio y Don Luis Mejía, alardean de los machos que han despachado respectivamente (competición intrasexual, derivada del principio de inversión parental de Robert Trivers) y presumen de hembras con las que han conseguipo aparearse. Son 32 machos muertos y 72 cópulas, lo que demuestra, de paso, que el sapiens puede ser muy destructivo con sus congéneres. Observaran que Don Juan dice «burladas», lo que permite sospechar que ha fingido amor –un fiable indicador de compromiso y predisposición de emparejamiento a largo plazo cuando es de verdad- a cambio de las cópulas. Es decir, Don Juan relata una sucesión de conflictos en los que una de las partes (él) buscaba emparejamientos a corto plazo mientras que las otras pretendían un compro

VIERNES DE SEXO (11): EL FOLLADOR FURTIVO

Hoy les traigo los hábitos sexuales del combatiente ( Calidris pugnax ), un pájaro originario de Finlandia que luce un vistoso plumaje superior que recuerda un poco a Mildred Roper con una estola de visión. Este plumaje –ya lo habrán sospechado a estas alturas- cumple una función similar a la cola del pavo real: atraer a las hembras. Y los que desarrollan un plumaje más vistoso, que son los de mayor estatus, más agresivos y con más altos niveles de testosterona, parecen atraerlas más. Exactamente igual que en los humanos. Puesto que el plumaje se transmite genéticamente, también habrán sospechado que está correlacionado con alguna ventaja genética: la hembra que se encapricha del combatiente emplumado está, inconscientemente, escogiendo buenos genes. Pero lo curioso es que, dentro de su competición intrasexual por las hembras, los combatientes machos han desarrollado tres estrategias de apareamiento que se corresponden con tres tipos de plumaje. El biólogo David Lank explica que la m