Suso de Toro escribe hoy en El País un sentido homenaje a Zapatero. Su lectura es algo farragosa, así que les dejo una síntesis:
Zapatero es “un intelectual", dotado de “buenas maneras”, “ascetismo” y unas “ fuertes convicciones”, que en el "laberinto de Moncloa" se ha enfrentado a las ”acechanzas financieras”. El Minotauro de León también ha sido “un gobernante valiente y audaz” y un “un regeneracionista español puro" que ha estado “entregado al sueño de España", aunque "no es nada arquetípicamente español o, al menos, castizo". Ha conseguido “una ampliación impensable e histórica de las libertades y el reconocimiento de derechos de las personas". Ha “extendido la cobertura social", y ha “animado la modernización y democratización de la sociedad española”. Intentó pinchar la burbuja de ladrillo (qué hermosa imagen), y ha acabado con ETA. A la vista de todo esto, nadie puede dudar que Zapatero es “un tipo decente y valiente", y, en resumen, que ha sido un gobernante providencial.
Es cierto por otra parte (y Suso es demasiado honesto como para negarlo), que la situación en España es horrorosa, pero se trata de un mero problema geológico: “estamos en una placa tectónica que desciende mientras asciende otra”. ¿Quién podría culpar a Zapatero de estos movimientos telúricos, tan caprichosos”. No seamos, pues, ingratos. Simplemente, debemos resignarnos y abandonar el “hegelianismo decimonónico autocomplaciente, sea eso lo que sea, porque “viene el tiempo de China”.
(Suso de Minotauro, aquí y en Pekín.)
Zapatero es “un intelectual", dotado de “buenas maneras”, “ascetismo” y unas “ fuertes convicciones”, que en el "laberinto de Moncloa" se ha enfrentado a las ”acechanzas financieras”. El Minotauro de León también ha sido “un gobernante valiente y audaz” y un “un regeneracionista español puro" que ha estado “entregado al sueño de España", aunque "no es nada arquetípicamente español o, al menos, castizo". Ha conseguido “una ampliación impensable e histórica de las libertades y el reconocimiento de derechos de las personas". Ha “extendido la cobertura social", y ha “animado la modernización y democratización de la sociedad española”. Intentó pinchar la burbuja de ladrillo (qué hermosa imagen), y ha acabado con ETA. A la vista de todo esto, nadie puede dudar que Zapatero es “un tipo decente y valiente", y, en resumen, que ha sido un gobernante providencial.
Es cierto por otra parte (y Suso es demasiado honesto como para negarlo), que la situación en España es horrorosa, pero se trata de un mero problema geológico: “estamos en una placa tectónica que desciende mientras asciende otra”. ¿Quién podría culpar a Zapatero de estos movimientos telúricos, tan caprichosos”. No seamos, pues, ingratos. Simplemente, debemos resignarnos y abandonar el “hegelianismo decimonónico autocomplaciente, sea eso lo que sea, porque “viene el tiempo de China”.
(Suso de Minotauro, aquí y en Pekín.)
Comentarios
Todo cambia bajo su 'pluma', por supuesto.
Saludos.
Respecto al "hegelianismo decimonónico complaciente" que supuestamente nos corresponde dejar:
They tried to make me go to rehab
But I said "no, no, no"
Yo hegeliano decimonónico complaciente hasta la tumba y a mucha honra.
He dicho.
José Luis, el centinela del viento. No conocía al tal Galinsoga, pero seguro que Suso compite ventajosamente con él. ARTURO ¿alguna idea, desde una perspectiva filosófica, que explique la incompatibilidad de Hegel con China? Un saludo a todos.