
Hoy Roy Bean, “la ley al oeste del Pecos”, y Baltasar Garzón, “la ley en el país de Mr.Bean”
Roy Bean impartía justicia en Tejas. Concretamente en su saloon, bajo dos letreros que prometían respectivamente “la ley al oeste del Pecos” y “hay cerveza helada”. Empleaba un lenguaje florido y supuestamente jurídico para dictar sentencias como ésta: “Es decisión de este Tribunal que por la presente seas juzgado y condenado por la comisión ilegal e ilegítima de graves ofensas contra el Estado de Texas. Te impongo una multa de 2 dólares; después mueve el culo y que no te vuelva a ver por aquí”. O esta otra, con ocasión del asesinato de un trabajador del ferrocarril: “Señores, encuentro la ley muy explícita en lo referente a asesinar a una persona, pero aquí no dice nada de matar a un chino. Caso cerrado”. Por su forma expeditiva de impartir justicia mereció el título de “juez de la horca”, y era frecuente verlo, cuando no estaba juzgando o sirviendo bebidas, meciéndose en el porche de su salón con una escopeta en las rodillas.
A diferencia de Roy Bean, Baltasar Garzón no solía emplear mucho tiempo en su juzgado ya que prefería ver mundo, con frecuencia a costa de sus clientes presentes o futuros. Garzón no tenía nada contra los chinos, pero compartía con Bean la afición a la escopeta, siendo sus presas favoritas las gaviotas y otros pájaros bobos (El Faisán, por el contrario, le despertaba un interés considerablemente menor). Su finura jurídica era, desde luego, muy inferior a la del Juez Bean, aunque sus autos resultaban más pintorescos. Cabe destacar el conocido como “de la memoria histórica”, que representó un revolucionario intento de incorporar la ciencia-ficción a la jurisprudencia.
Comentarios
Juez Garzón: la Ley al oeste de la Historia.
Ahora, lo que quería decirle es que he estado estos días últimos leyendo su serie sobre Vlasov. Y, como todos sus escritos, me ha parecido muy interesante ( a pesar de que ya no salgan las fotos ), y que los he leído con muchísimo interés ( entre otras cosas, porque mi padre estuvo en Leningrado, como comandante de artillería, con la División Azul, y buscaba a ver si encontraba alguna referencia a ellos ). Pero, que me parece que en esa época no escribía usted con tanta soltura y felicidad como ahora.
Que su escritura actual ha pegado un salto , para bien, con esas frases inmarcesibles, como lo del "heredero dilapidando enérgicamente su patrimonio", y que ahora merece la lectura per se, independientemente del tema que trate.
Seguro que aunque le diera por escribir uno de esos libros de autoayuda, sería divertidísimo.
Espero que pronto publique alguna novela de ciencia ficción, o de historia ficción, que seguro que tiene varias en algún cajón, que no se llega a escribir como lo hace usted sin práctica constante...
¡ Por Favor !
Doña Viejecita yo creo que Vlasov me quedó bastante mal, y eso que la historia era interesante. Quería poner de manifiesto lo enrevesada que había sido la SGM, tanto que, incluso en el bando bueno, el de los aliados, uno de los líderes era un asesino. El caso es que mi padre también estuvo en la División Azul. Era un joven idealista que quería luchar contra el comunismo… lo que lo llevó a luchar en el mismo bando de Hitler, otro asesino. Quería poner de manifiesto también que lo importante, al final, son las acciones de las personas. En ese sentido lo que más me gustaba de la historia de Vlasov era la existencia de un grupo de alemanes que, en un momento en que la propaganda les bombardeaba diciendo que los rusos eran infrahumanos, se empeñaron en llevar la contraria a Hitler, a Himmler, a Keitel y a todo el que se les puso por delante con tal de colaborar con esos rusos “infrahumnos” para crear un ejército de liberación. El proyecto era utópico, pero era bonito. Mi padre por cierto también estuvo, con el grado de capitán, en Leningrado, y también estuvo en el Voljov, pero no a la vez que Vlasov.
¡Que pequeño es el mundo !
Ahora resulta que su padre y el mío coincidieron en Leningrado... A lo mejor se conocían y todo. Aunque fuera mucho mayor el mío, que le tocó la guerra nuestra recién terminada la carrera, ( física y química ), y luego estuvo en una academia militar, y como sabía de trayectorias de proyectiles, que entonces no se estudiaba en la academia militar, acabó en artillería, y de voluntario en la división azul...
En "Sefarad", Muñoz Molina habla mucho y bien de todo aquello. Tengo algunos libros, y un álbum de fotos que mi padre hizo allí. Igual está su padre en alguna . La pena es que me voy enterando de compañeros de mi padre en aquella aventura, a medida que se van muriendo, y él no nos contaba apenas cosas de Rusia. ( mi padre se murió cuando yo tenía 12 años )
Así que se puede imaginar lo que disfruto con los libros sobre la 2GM, Rusia, Alemania, y todo aquello.
Y lo de Vlasov no le ha quedado nada mal. Aunque, ahora escriba usted con mucha más gracia, y si le hiciera al libro un ligero lifting, y volviera a poner las fotos que ya no salen, y luego lo publicase en Kindle directamente, se lo quitarían de las manos...
Ya siento ser tan pesada y tan temosa, pero es un desperdicio que sus libros no los tenga todo el mundo...
¡¡¡ Gracias de Nuevo !!!
En cuanto a Vlasov, tengo pensado hacerle ese lifting y publicarlo en kindle. La gentil Catalina se ha ofrecido muy amablemente a editarlo. Un abrazo.
La próxima vez que venga usted a Madrid, y vaya a tener un rato libre por la mañana, si me avisa, bajo a la ciudad con el álbum de fotos de mi padre para enseñárselo.
Le podría escanear las fotos, pero son pequeñas, y muy antiguas, y no sé como iban a quedar...
Bueno, lo intento, y si consigo que salga un álbum medio decente, se lo mando a su buzón de correos.
Y si alguna de esas fotos le sirve para alguno de sus libros , tendrá mi permiso para usarla como propia.
¡¡¡ Y muchas gracias por todo !!!