Casi sin resistencia se ha instalado una religión en nuestras sociedades. Es religión porque tiene todos sus ingredientes: sirve de guía espiritual y proporciona sentido a la vida; exige adhesión a los dogmas; permite la exhibición virtuosa y la estigmatización del hereje, lo que, a su vez, permite el ascenso en estatus. Para los que nos hartamos de decir que somos liberales, debería ser una preocupación: es nuestra mayor amenaza interna. Y, a diferencia de las religiones tradicionales, con esta no hay separación entre Iglesia y estado: ya tiene incluso un Ministerio. Esta religión posmoderna es intolerante; aborrece la disidencia y proscribe la libre expresión; elimina la igualdad; sustituye la persona por el grupo identitario; desconfía de la razón. Y es especialmente insidiosa porque se camufla tras las banderas de causas justas. Por esa razón, los que perciben el peligro no se atreven a alzar la voz porque saben lo sencillo que es convertirlos en espantapájaros y triturarlos. El wokismo y el ecologismo-gretista son los temas fundamentales de esta religión posmoderna que, de paso, por ciertas inercias históricas, odia a occidente: sus herejes son siempre autóctonos.
En fin, estas cosas religiosas -como pone en evidencia el hilo de Shellenberger- acaban teniendo un enorme impacto en el mundo real.
Don Juan: Del mismo modo arregladas mis cuentas traigo en el mío: en dos líneas separadas los muertos en desafío y las mujeres burladas. Después de leer estas entradas, ustedes están en condiciones de entender cabalmente qué representa esta escena. Don Juan Tenorio y Don Luis Mejía, alardean de los machos que han despachado respectivamente (competición intrasexual, derivada del principio de inversión parental de Robert Trivers) y presumen de hembras con las que han conseguipo aparearse. Son 32 machos muertos y 72 cópulas, lo que demuestra, de paso, que el sapiens puede ser muy destructivo con sus congéneres. Observaran que Don Juan dice «burladas», lo que permite sospechar que ha fingido amor –un fiable indicador de compromiso y predisposición de emparejamiento a largo plazo cuando es de verdad- a cambio de las cópulas. Es decir, Don Juan relata una sucesión de conflictos en los que una de las partes (él) buscaba emparejamientos a corto plazo mientras que las otras pretendían un compro...
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