1) No existe en algún lugar, esperando a ser descubierta, la solución ideal a todos los problemas, en la que todos los valores en juego encajarán armoniosamente como las piezas de un rompecabezas. Es está una presunción que muchos parecen –parecemos- asumir inadvertidamente y es destructiva, porque si creemos que hay una solución ideal estaremos predispuestos a sacrificar a su consecución a personas concretas. Nuestra tarea debe ser más modesta: con frecuencia, escoger la opción menos mala.
2) Por lo anterior, la política debe ser cautelosa y dubitativa. Incremental y no revolucionaria, porque habitamos un oasis –aunque sea imperfecto- en el caos. No te apresures a retirar la «valla de Chesterton» si no sabes por qué fue puesta allí en primer lugar.
3) Para cartografiar la realidad –paso previo imprescindible para actuar sobre ella-, la honestidad intelectual es más importante que la propia inteligencia.
4) Aunque con frecuencia se deberán adoptar decisiones utilitaristas, seguir el utilitarismo hasta el extremo puede conducir al desastre.
5) No pierdas de vista la diferencia entre las ideas y las personas, lo previsto y lo real, lo abstracto y lo concreto. No pongas en una misma balanza beneficios abstractos futuros con daños concretos presentes.
6) Hay que evitar las soluciones tribales, que dividen la sociedad en grupos enfrentados en dinámicas de suma cero. Denunciemos a los peligrosos profetas que medran aprovechando nuestra tendencia evolutiva a dividir entre nosotros y ellos, y simplifican el mundo en relatos de clase contra clase, sexo contra sexo, o «gente» contra «élite».
7) El voto no suele ser racional sino identitario. Cuando un partido cambia de opinión -aunque sea dramáticamente- lo normal es que el votante acabe siguiéndolo. Debemos aspirar a aumentar el componente de racionalidad, pero sin engañarnos al respecto.
8) La competición entre partidos políticos provoca con frecuencia –al igual que en el «dilema del prisionero»- resultados adversos para la sociedad en su conjunto.
9) La distancia entre el punto al que conduce un buen líder, y aquél al que lleva un mal líder es enorme.
(To be continued)
(or not)
Comentarios
Quizás el punto 1 sea la clave del arco, pero sin los demás no hay arco
¡ Por Favor !
Y Gracias
PS
No soy aficionada a Don Quijote ( hasta hace poquísimo no conseguí terminármelo, y fue por un desafío ). Pero ese dibujo, con el pobre hombre sentado en un banco, y fumando un cigarrillo mientras le da vueltas a la cabeza, me ha reconciliado con él.
En el párrafo 1, al final, hay una disyuntiva no muy clara.
Perdone que lo señale. Yo le pido que borre el comentario.
No soporto a los deshonestos. estos días, en Alemania, la candidata de los verdes a la cancillería, ha tenido que dar explicaciones de por qué había ocultado algunos suplementos de sueldo adicionales en su declaración. Para mí, ya no vale, lo siento, las justificaciones posteriores, intentar arreglar el fallo es inútil. Y eso que era una cosa poco relevante.
Ya se imaginará usted, lo que pienso de nuestro -nunca más certeramente mal llamado- presidente.
Gracias por sus artículos. Espero que haya pasado un buen cumpleaños
Una reflexión muy interesante que debieran leer muchos.
(Y espero esa continuación).
he leido este post varias veces, y a raiz de él he vuelto a releer el "Fuego y Cenizas", de Ignatieff. Y me gusta mas, y me parece mas util su reflexion. Y mas sincera.
Me uno al comentario de Viejecita. Continúelo, por favor!