Dice hoy Azúa en El País que ”las corruptelas y los desórdenes éticos se dan por descontados en la derecha y no afectan a su votación, como ha dejado bien claro el caso de Berlusconi, pero la izquierda debería tener como principios inalterables la honestidad, la cultura, la educación y la justicia”, y esto en él no es ninguna novedad.
Por ejemplo, en febrero de 2010 publicó un artículo en El País en el que se lamentaba del sectarismo de los intelectuales de izquierda del s.XX, que cerraron los ojos ante los horrores del comunismo, y lo contraponía a la honestidad de aquellos (Orwell, Koestler, Camus) que no dudaron en alzar su voz. Pero, sin solución de continuidad, Azúa incurría de lleno en el sectarismo que estaba criticando al afirmar que sólo estos últimos autores, los que se habían atrevido a denunciar el comunismo, eran realmente de izquierdas (forzando un poco más el argumento-Azúa, se podría llegar a afirmar que el propio Stalin era un cripto-derechista).
Así que parece que Azúa piensa que existe La Izquierda, una idea platónica (en sentido estricto) que es compendio de virtudes, perfecta, y eterna, pero que, al entrar en contacto con la realidad tiende a degenerarse y a pudrirse, es decir, a volverse de derechas. Pero esta visión de Azúa permite que la Idea, independientemente de lo que ocurra en su nombre en el mundo real, permanezca intocada en su pureza en el limbo. Un ejemplo. Con el socialista Montilla en posturas abiertamente nacionalistas, y con todos los socialistas en pleno aprobando el estatuto de Cataluña, Azúa se dedicaba a afirmar que el nacionalismo es, en realidad, de derechas.
Y la derecha, para Azúa, es un auténtico asco: ”La derecha nunca ha tenido necesidad de justificar sus infamias, no trabaja sobre ideas sino sobre prácticas, pero se suponía que la izquierda era lo opuesto”. Este comentario en, digamos, Tomás Gómez, nos haría sonreír. En Azúa, muchos se resisten a verlo
Decía Azúa hacia el final del artículo mencionado: "Aún hay gente que dice amar la dictadura cubana "por progresismo" y el actual presidente del Gobierno (uno de los más frívolos que ha ocupado el cargo) se ufana de ello. ¿Saben acaso el daño que producen en quienes todavía ponen ilusión, quizás equivocada, pero idealista, en la palabra 'izquierda?" Pero ¿no es precisamente el creer que existe La Izquierda, y depositar en ella una ‘ilusión’, aunque equivocada, lo que tiende a perpetuar la visión sectaria de la realidad, a la negación de los errores, y, en suma, a repetir las actitudes cometidas por los intelectuales de izquierda que critica?
Azúa decía admirar a Orwell, pero es dudoso que Orwell admirara a Azúa. En realidad, Azúa encaja limpiamente en su definición de nacionalista: aquél que cree que la sociedad puede ser clasificada según criterios ideológicos (o racionas, o nacionales, o religiosos) de manera que a un lado de la línea quedan los buenos y al otro los malos (es decir, los de derechas)
Por ejemplo, en febrero de 2010 publicó un artículo en El País en el que se lamentaba del sectarismo de los intelectuales de izquierda del s.XX, que cerraron los ojos ante los horrores del comunismo, y lo contraponía a la honestidad de aquellos (Orwell, Koestler, Camus) que no dudaron en alzar su voz. Pero, sin solución de continuidad, Azúa incurría de lleno en el sectarismo que estaba criticando al afirmar que sólo estos últimos autores, los que se habían atrevido a denunciar el comunismo, eran realmente de izquierdas (forzando un poco más el argumento-Azúa, se podría llegar a afirmar que el propio Stalin era un cripto-derechista).
Así que parece que Azúa piensa que existe La Izquierda, una idea platónica (en sentido estricto) que es compendio de virtudes, perfecta, y eterna, pero que, al entrar en contacto con la realidad tiende a degenerarse y a pudrirse, es decir, a volverse de derechas. Pero esta visión de Azúa permite que la Idea, independientemente de lo que ocurra en su nombre en el mundo real, permanezca intocada en su pureza en el limbo. Un ejemplo. Con el socialista Montilla en posturas abiertamente nacionalistas, y con todos los socialistas en pleno aprobando el estatuto de Cataluña, Azúa se dedicaba a afirmar que el nacionalismo es, en realidad, de derechas.
Y la derecha, para Azúa, es un auténtico asco: ”La derecha nunca ha tenido necesidad de justificar sus infamias, no trabaja sobre ideas sino sobre prácticas, pero se suponía que la izquierda era lo opuesto”. Este comentario en, digamos, Tomás Gómez, nos haría sonreír. En Azúa, muchos se resisten a verlo
Decía Azúa hacia el final del artículo mencionado: "Aún hay gente que dice amar la dictadura cubana "por progresismo" y el actual presidente del Gobierno (uno de los más frívolos que ha ocupado el cargo) se ufana de ello. ¿Saben acaso el daño que producen en quienes todavía ponen ilusión, quizás equivocada, pero idealista, en la palabra 'izquierda?" Pero ¿no es precisamente el creer que existe La Izquierda, y depositar en ella una ‘ilusión’, aunque equivocada, lo que tiende a perpetuar la visión sectaria de la realidad, a la negación de los errores, y, en suma, a repetir las actitudes cometidas por los intelectuales de izquierda que critica?
Azúa decía admirar a Orwell, pero es dudoso que Orwell admirara a Azúa. En realidad, Azúa encaja limpiamente en su definición de nacionalista: aquél que cree que la sociedad puede ser clasificada según criterios ideológicos (o racionas, o nacionales, o religiosos) de manera que a un lado de la línea quedan los buenos y al otro los malos (es decir, los de derechas)
Comentarios
Slds Nodoycrédito.
Hay algunos más de los que creía lo mismo que de Azúa, y es verdad que los hay mejores y peores pero, coño, todos acaban asomando la patita.
Al final todos acaban pagando su tributo a la secta a la que pertenecen. Y una cosa es pagar el tributo con la andanada de rigor al PP y a la derechona después de criticar a los suyos, pero es que Azúa hoy lo ha pagado y encima se ha sentido en la obligación de dejar una buena propina.
Nada, que he perdido toda esperanza con la progresía.
No hay razón para exigir rigor intelectual a Trueba, pero sí a Azúa.
La izquierda cuando se contamina con la realidad se vuelve de derechas. Muy bueno.
Y, aplicar ese corte en el que las virtudes caen a un lado y los vicios a otro ¿es democrático? El recorrido final de ese pensamiento es el actual progresista, en el que la derecha (por ser vicio y no virtud) no estaría legitimado para gobernar.
Abracadabrante.
ultimamente la izquierda se parece más a la escolástica de la Edad Media que a un pensamiento más... no sé. ¿Moderno?
A este paso la verdadera izquierda va a ser como el Espíritu Santo.
Saludos
Azúa debería preguntarse si él mismo no formará parte de la enfermedad que corroe hoy a la izquierda y que la ha empujado a ese vacío de ideas donde medra el zapaterismo. En el estado agónico en el que se encuentra hoy la izquierda, que sus intelectuales se obstinen en no tomarse en serio a los pensadores de la derecha equivale a un suicidio.
Y yo no quiero que se suiciden ¿Con quién íbamos a discutir?
No conozco a ni un solo intelectual que no diga o escriba alguna chorrada de vez en cuando. Si en estos casos tuviéramos que dejar de leerlos completamente, me parece que haríamos un mal negocio.
saludos
Habría que definir el lenguaje a la iconografía mental actual, que una cosa son los, digamos, intelectuales y otra el progre de calle: "Reverso Tenebroso", "Lado oscuro", "Ojo de Sauron", "Darth Vader" son conceptos con los que identifican a la ¿Derecha?
¿Izquierda? No. Son caballeros Jedi, portadores del anillo (sin efectos secundarios claro).
Dicho esto, si D. Benja lee esto, me lo he pasado pipa con este post de Adam Curtis y el desparrame sentimental en la televisión. ¿Lágrimas? No. El Abrazo
Saludos
Extraordinario lo que nos trae usted. Un tesoro. Los británicos sicoanalizándose a sí mismos y estudiando el fenómeno del stiff upper lip!
El pobre hombre que admite su "quiet desperation" y su triste mujer, me han dejado boquiabierto. También la "bitch" que dice: "I looked down into the snake-pit and all the snakes looked up and said 'Brother'!".
En fin, que no tiene desperdicio. He llegado hasta el grupo de "Badger" y ahora lo tengo que dejar un rato, ya que tengo que atender a mi adicción. Sí, lo admito, mi nombre es Gorkataplines, soy TheWireadicto y necesito una dosis.
Luego seguiré con la BBC. Coño, qué gozada y qué envidia tener una TV pública así.
Atención al final. Al Sr. Grullo le va a encantar:
"This says that the impetus for the behaviour of most individuals in society does not primarily come in an isolated form from within - but through copying the behaviour of others.
At its heart mimetic desire is a fundamental challenge to the age of expressive individualism because it says is that your actions as an individual are copied from others, and that they don't originate simply from within you - they are shaped and given form by what you see other people are doing.
And peoples' desire to imitate each other is potentially a powerful force - especially when things like Facebook can intensify and amplify that desire.
This really interesting territory - it can create movements that can change the world for the better, but it can also be dangerous, because this was the motor for the great mass political and social movements of the first half of the twentieth century - nationalism, communism, fascism and totalitarianism. And they are frightening.
And it raises a question. Maybe the rise of modern individualism in the west after the second world war was not just about personal self-expression and freedom, but also a very good way of burying a frightening other truth about human beings. They are driven by the desire to imitate each other and are therefore vulnerable to political manipulation.
If we can be taught to hug we can just as easily learn to march and chant."
Me alegro que le haya gustado, yo estoy diviertiéndome mucho.
Sin embargo no comparto su "entusiasmo" con la parte final del texto. Es simplemente el aprendizaje vicario de "toda la vida", propuesto por Albert Bandura hace casi 60 años.
saludos
Y no se si me ha entusiasmado pero admito que sí que me ha gustado el final: "If we can be taught to hug we can just as easily learn to march and chant".
A José Luis Rodríguez le hubiera encantado que los españoles, bueno, al menos SU mitad de los españoles, hubieran aprendido a abrazarse y quizá tambien a cantar y desfilar, como en la Falange. En vez de eso están a ostias entre ellos. Y con él. Y la cosa no ha hecho más que empezar, no hay más que leer el artículo de Azúa.
La izquierda tiene hoy por delante tareas ingentes: criticar el feminismo y el antirracismo, dos de sus señas de identidad, últimamente degradadas hasta la caricatura, convertidas en mera policía del lenguaje. Preguntarse si las políticas de redistribución de la riqueza son compatibles con un ecologismo hostil al crecimiento económico. Por no hablar de si la Unión Europea puede ser democrática o si nuestra legislación laboral nos desarma frente a la competencia económica de China, la India y otras potencias emergentes.
Resucitar los debates sobre el estalinismo de los años 40 y 50 ¿les va a ayudar a recuperar el apoyo de sus simpatizantes desencantados? Si Rubalcaba convoca mañana una conferencia de prensa para anunciar que desea restaurar el "honor" de Orwell, con el mismo gesto perdonavidas que usó María Teresa Fernández de la Vega para otorgarle certificados de buena conducta retrospectivos a Miguel Hernández ¿van a detener la sangría de votos?
En la huida hacia atrás de Azúa, que el trata de hacer pasar por coraje crítico a lo Orwell, hay un elemento de escapismo. Reponde al mismo impulso que la Memoria Histórica, eludir debates difíciles y urgentes por el procedimiento de resucitar otros antiguos, que a décadas de distancias han cobrado un tranquilizador aire esquemático. Al fin y al cabo, Stalin es hoy un blanco seguro para unos "cinco minutos del odio" incluso en la izquierda ¿o no?
Los comentarios críticos que se le han hecho a Félix de Azúa son pertinentes y creo que merecidos. De ahí a tildarle de "indigente moral e intelectual" media un abismo que un servidor no está dispuesto a franquear ni a a poyar en ningún sentido.
No conozco personalmente a Azúa, pero conozco bien a quien bien le conoce y, cierto, algunos atavismos, tics o manías puede que se le escapen, pero díganme ustedes a quién no, desde cualquier franja del espectro ideológico que quieran.
Critiquen en buena hora, hasta severamente (yo estoy de acuerdo con el comentario de NAVARTH), esas intemperancias (aunque estoy personalmente seguro de que en el ánimo de Azúa no ha estado, ni remotamente, comparar a Rajoy con Berlusconi. Azúa se sentirá de "izquierdas", pero no es imbécil... en el sentido etimológico del término) pero, un ruego, no incurran en otras especularmente contrarias, como considerar que Azúa, por ejemplo, paga ningún tipo de "peaje". No lo paga. A nadie. Se equivocará, meterá la pata, soltará alguna tontería alguna vez y merecerá la reprimenda que se le haga, pero no que se le desprecie aduciendo que su saldo vital es ignominioso porque tiene muchas más cosas en su Haber que en su Debe y si sostenemos, con toda justicia, la inexistencia de la superioridad moral de la izquierda, no vayamos a erigirnos en valedores de una también inexistente superioridad moral de la derecha, porque ejemplos para contradecir semejantes pretensiones podemos encontrarlos a capazos en la historia.
Desde que descubrí lo artificial y meramente coyuntural de semejante taxonomía política, derivada de la posición de los miembros de la Convención Nacional Francesa con respecto al estrado de la Presidencia y que eso estuvo a punto de cambiar por una recolocación transitoria del estrado en cuestión, he abandonado semejante dialéctica estúpida que a nada nos ha conducido ni nos conducirá.
Entiendo la resistencia al abandono de tales clichés por muchos de mis amigos, pero no pierdo ocasión de comentarles (casi siempre infructuosamente) en ese sentido lo inane que resulta actualmente empecinarse en algo que ya no vale para nada. Lo que vale es la calidad humana del personal, no pretender que nadie sea arcangélico y que el Balance de Situación no se derive de un recargo en pagar un IBI, por ejemplo, y sí en la gestión global, vital, de trayectoria, que pueda arrojar más luces que sombras... como es el caso de Azúa, como muy bien ha dicho HORRACH.
Les gustará:
http://www.documaniatv.com/ciencia/la-inteligencia-de-las-masas-video_16f407466.html
A mí me encanta Azua.
Muy bueno el documental Mr. PSYKOACTIVE. La verdad, hay algo de heroico en ese hombre que, después de contestar categóricamente ¡anything but! a la pregunta ¿se considera un hombre feliz?, y de identificarse con la gene que vive en una “tranquila desesperanza,” se le puede ver jugando cariñosamente con su hijo, y abrazado a su mujer. Por cierto VON HORRACH, si sigue por ahí, le interesará saber que hay un magnate de Silicon Valley, que fue uno de los primeros inversores en Facebook, y que es un rendido admirador de Girard. De ahí viene el final que ha gustado a GORKA T. Me suena el nombre de Bandura. ¿Tiene algo que ver con Zimbardo? Saludos a todos.
Digamos que son coetáneos, han desarrollado sus extensas carreras casi al mismo tiempo y ambos son muy citados.
En el caso de Bandura, es uno de los "gigantes" de la psicología, primariamente por su teoría del aprendizaje social y por el concepto de auto-eficacia, conceptos muy utilizados en muchas ramas de la psicología y en particular, en la psicología social.
En el caso de Zimbardo, es principalmente conocido por el experimento de la cárcel de Stanford y, entre otros, tiene un par de libros recientes recomendables "The Lucifer Effect" sobre las raíces psicológicas del mal (que no he leído) y "The Time Paradox", libro muy interesante (pero repetitivo) sobre los diferentes "grandes marcos temporales" utilizados por las personas y cómo se relacionan con los constructos de personalidad.
Básicamente si citas a Zimbardo por el experimento de Stanford casi tienes que citar también a Bandura como explicación teórica de lo que allí ocurrió.
Saludos
¿Es tan difícil ver que no hay tales, que es que la persona en cuestión piensa así, pero no para arrimarse al calor de establo de ningún rebaño?
PIENSA ASÍ. Y eso es lo que es susceptible de comentario, matiz, crítica o abroncamiento, pero sin añadir cepas virales a una afección que en el caso de Azúa es ligera, aunque se pretenda elevarla a la categoría de carcinoma.
¿Qué se pretende, que la llamada "derecha" carece de clichés o intemperancias ocasionales?
No estoy hablando, por supuesto, de ninguna "derecha extrema", ese fantasma aireado por los peores (y más estúpidos, a la par que viles) canónigos del Templo Rojo y cuya realidad, de haberla, es ya tan residual y despreciable que no merece la pena dedicarles ni un segundo de nuestro tiempo.
Me refiero a esa "derecha" cívica, noble, acosada y atosigada desde muchos frentes indignos. También esa franja de la ciudadanía comete, de vez en cuando, algunos dislates, algunos maximalismos, ciertos sorpassos que si los tuviésemos que tener en cuenta, apuntados con tinta roja en nuestros Registros Akashicos, entonces estaríamos aviados. La España de Goya de la "Lucha a bastonazos", impresa en los lóbulos frontales (y en los temporales, por si se atrofian los primeros).
Y no, joder, no... ya vale. No estoy dispuesto a perpetuar ese "modelo" ni un segundo. Me lo niego con pertinacia, a pesar de haber sido testigo de algunos gestos rarificantes, aquí, en mi entorno vasco, que no necesita para nada construir más trincheras que las que nos venden prefabricadas.
Esa es la razón por la que no diga jamás en público algunas cosas que sé, he visto en ocasiones muy concretas y padecido durante un tiempo. Cierta hostilidad sobrevenida e impostada que el tiempo (y mi paciencia y negación a considerarlas como otra cosa que un devaneo provisional poco meditado) ha contribuido a disipar y ha hecho que las cosas, por ahora, vuelvan a su cauce.
De un cierto distanciamiento y frialdad, civilizadas, eso sí, pero bastante jodientes, por lo injusto de las subjetividades en rienda suelta, he visto con placer cómo se ha vuelto a un reacercamiento cálido y afectivo que nunca debió de haberse puesto en entredicho (yo no lo hice; aguanté el tirón en nombre de lo mucho en común), lo que no me ha impedido haber tenido alguna noticia de cosas un tanto lábiles y vidriosas en el PP vasco, en el que tantos amigos tengo y a los que tanto respeto, pese a meteduras ocasionales de pata, también ellos (e insisto en no dar nombres, pero sí señalo que alguna vez, en el Blog de Santi González, me vi moralmente obligado a salir en defensa de un conocido miembro local de los populares vascos, que estaba siendo muy exageradamente atacado por lo que en todo caso fue un despiste en el que se le pilló desprevenido y al tresbolillo, no la traición con la que se le pintó, desaforadamente).
Me están preocupando mucho ciertos signos que advierto, aquí y allá. Puede que sean algo coyunturales, reacciones al zapaterismo padecido que nos ha hecho aguantar unos miles de bares de presión y que ahora están saliendo por unas cuantas rendijas. Pero no quisiera ver, por nada del mundo, una respuesta que sea de la misma cualidad, del otro lado del espejo de Alicia.
Me quedo con estas palabras de VON HORRACH:
"No conozco a ni un solo intelectual que no diga o escriba alguna chorrada de vez en cuando. Si en estos casos tuviéramos que dejar de leerlos completamente, me parece que haríamos un mal negocio".
Malo no; pésimo negocio el borrar las zonas comunes de la compleja teoría de conjuntos que representamos. Magnificar lo menos miniaturizando lo más es la fórmula infalible para contribuir a la historia interminable de las disensiones humanas y añadir factores a ese tipo de problemas que no tienen solución por una razón muy simple: no existen. Pero de ellos nos hemos nutrido la raza humana desde la noche de los tiempos, hay que ver...
aprecio sus ponderadas palabras. En internet es muy fácil que se nos calienten las teclas para decir algo que, creo es mucho más sencillo. En este caso:
a) El Sr. De Azúa es un ejemplo y ha provisto de argumentos potentes y significativos a sus críticas.
b) Nadie se libra de las chorradas. Lo que llama mi atención es que las chorradas no son "propias" sino que pertenecen (ojo! en mi opinión) al mismo pool de chorradas de los llamados intelectuales de izquierda.
c) Ese hecho me deja completamente perplejo. En serio. Pues uno piensa que las chorradas reflejan cosas muy individuales, no reflejos compartidos que pueden entenderse (y yo me incluyo) como tics mentales.
d) A partir de lo anterior se han mostrado distintas opiniones por distintos participantes en la casa del Sr. Navarth. Mi postura: creo que lo que merece crítica sana es el punto c), no el a)
Saludos
Lindo Gatito, un placer verlo de nuevo por aquí.
saludos
"El abandono de los votantes puede tener muchos motivos. También deben de haber optado por varias alternativas, muchas de ellas respetables. En todo caso yo sé cuál ha sido la mía y la razón principal para abandonar el partido al que he dado mi voto desde la muerte de Franco".
Veamos, Azúa voto al PSOE durante TODO, repito, TODO el Felipato, vale. Siguió votándole durante el Aznarato, vale también. En 2004 -después del Prestige, los Bardem, el no a la guerra, el 11 M y el "PP asesino"- le compró al "curtido candidato que ha conseguido hundir las encuestas más pesimistas" el "España merece un gobierno que no mienta". Tal vez alguien que creo que está bastante bien informado hace cuatro años todavía no conocía a Alfredo, pero bueno, pues vale también. Pero es que les volvió a votar en 2008, joder, y para entonces tenía más opciones que la abstención, o el PP, si le preocupaba que le llamaran facha.
Y ahora se cae del guindo, pero no sin antes brindarnos perlas como esta: "Me parece a mí que estos dirigentes no entienden que las corruptelas y los desórdenes éticos se dan por descontados en la derecha y no afectan a su votación, como ha dejado bien claro el caso de Berlusconi, pero la izquierda debería tener como principios inalterables la honestidad, la cultura, la educación y la justicia".
Esa no es la única perla que nos regala en su más que tardía caída del caballo, hay unas cuantas más, tantas como estacazos arrea a su ex-partido del alma, pero me da mucha pereza ponerlas todas.
Y digo yo: a santo de qué? Le da vergüenza lo que acaba de escribir? A quien o a qué le debe las susodichas perlitas?
Vale, Azúa no simpatiza con la derechona del PP. Coño, ni yo, de hecho no simpatizo con ninguno y cuanto más les conozco más me tienen todos, sin excepción, hasta los huevos, pero les he votado porque había que echar al fenómeno y para eso había que votarles, como les voté en el 96 para echar al otro fenómeno. Y eso no significa que me haya casado con Rajoy. Y por más que me miro al espejo tampoco me ha salido bigotillo fascista. Y si a alguien, incluido Azúa, le parece que soy un facha pues que le den. Me explico?
yo creo que el Sr. Azúa en realidad no habla a los demás en su artículo sino a sí mismo y de sí mismo. No habla de la pérdida de votos, sino de su voto - fe. Y lo que muestra es, simplemente, su manera de pensar, su sistema de causas y efectos, sus "modus ponens".
Lo que entiendo: el Sr Azúa se dice, al no votar psoe, me he separado del recto camino. ¿Y qué les decíamos - nos contaban a los que se separan de él? Te convertirás en escarabajo como Gregor Samsa. Entras en Mordor. Te pasas al lado oscuro de la fuerza.
Pero resulta que no.
Que Berlusconi es un impresentable no creo que sea objeto de discusión, como que también se le puede encasillar como de "derechas", mayormente.
Que haya piezas de parecido calibre en las "izquierdas", ni el menor asomo de duda, que el "affaire" Roldán no está olvidado.
Y no creo que al bueno de Azúa, si tuviese el placer de conocerle (él a usted), D. GORKA T., le parecería un "facha". Es más inteligente que todo eso, con bastantes puntos en común, por ejemplo, con Albert Boadella.
Pero, en fin, que no me quejo de que se le critique la tontería escrita, sino de que se le suponga un "plus" atávico, al nivel detestable de quienes han estado en el mangoneo sociata... a pesar de que les hubiese votado, incluso, tal vez negándose a ver lo que para algunos ya nos era diáfano desde tiempo ha.
Hace muy pocos días tuve que llevarle la contraria a unas afirmaciones que hizo el muy respetable Nicolás Redondo, en el marco de unas mesas redondas organizadas por Covite. Redondo manifestó una convicción que los asistentes estuvimos muy lejos de compartir, y así se lo hicimos saber, primero en público y luego, más sosegadamente, en privado.
A esas jornadas asistieron socialistas vascos totalmente respetables, que no han tenido el menor rebozo en juntarse con populares para reivindicaciones muy comunes, sobre todo en lo que al terrorismo se refiere. ¿Habría que reñirles por seguir perteneciendo a lo que muchos consideramos una secta perniciosa? ¿Habría que señalarles a nuestros amigos católicos algunos aspectos vidriosos de su Iglesia, algunos con una cierta actualidad? Pues a mí me parece que, en ambos caso, lo que hay que hacer es fijarse en la persona, en el individuo. Y mi participación en la batalla antiterrorista me permitió conocer a gentes admirables del PP de las que podía haber estado distanciadas por un quítame allá esos matices ideológicos y que a partir de su acercamiento se me fueron al limbo cantidad de apriorismos y allí se han quedado para no volver.
De la contestación de PSIKOAKTIVE, con la que estoy ampliamente de acuerdo, retengo este párrafo:
"Nadie se libra de las chorradas. Lo que llama mi atención es que las chorradas no son "propias" sino que pertenecen (ojo! en mi opinión) al mismo pool de chorradas de los llamados intelectuales de izquierda"
Me ha gustado especialmente la prudencia del "¡Ojo! en mi opinión" que pone preventivamente las propias convicciones en una cierta cuarentena.
A mí (y esa también es mi opinión) esa impresión de un "pool" colectivo de los llamados "intelectuales de izquierdas" me suena excesivamente a convicción jungiana, en la que tengo escasa fe.
Es cierto que pertenecemos, todos, a una matriz cultural y social y que, por lo tanto, cierta semiótica nos sea común, como los referentes generacionales (si yo digo que a mí me gusta Jorge Sepúlveda, mis hijos no tienen ni el menor barrunto de que estoy mentando a un cantante). Pero no tanto, no tanto... Somos seres sociales, sí, pero como dijo uno de mis filósofos preferidos, "mediocremente sociales", así que prefiero pensar en que las coincidencias y sincronías no forman parte de un "corpus" social muy regulado, sino que son particularidades que pueden tener apariencia de label, pero que no pertenecen a un marchamo común. Eso, naturalmente, en personas inteligentes, como Azúa. En imbéciles de solemnidad, o en acendrados sectarios, la cosa cambia y los balidos de rigor suelen estar en el mismo tono y clave.
Como quiera que sea, lo que pretendo decir es que la actitud reflexiva y crítica que tomemos ante lo que sea no nos lleve a convertirnos en aquello que decimos detestar y porque hayamos sido coyunturalmente más listos que los que son muy listos para tantas cosas no nos facilite el perdernos algunas cosas muy buenas para nuestras almas, de esos listos que han mostrado su lado fieramente humano en un bandazo de los que, repito, insisto, remacho, no estamos libres NADIE.
Un ejemplillo, de esos que ilustran como pocas cosas.
De un libro escrito en Agosto de 1937: "Los que se han visto personalmente con Herr Hitler por asuntos públicos o en actos sociales, se han encontrado a un funcionario harto competente, sereno y bien informado de porte agradable y sonrisa encantadora, y pocos se habrán librado de experimentar su sutil magnetismo personal"
¿Quién es el autor de esas expresiones laudatorias del Führer?
Pues nada menos que Winston Churchill, por asombroso que pueda parecer.
Voy plegando. No soy el representante de Félix de Azúa, ni su profeta, ni amigo. Pero no le he leído llamar "facha" a nadie y si cientos de consideraciones muy pertinentes que muy bien podrían ser utilizadas para ese corpus de racionalidad que pretendemos, mayormente por aquí.
Sólo he querido proporcionar algunos matices extras, creo que convenientes, al tapiz trenzado sobre el escritor catalán que empezó con un primer comentario que me parece un auténtico disparate.
Pero el que no quiera leer más a Azúa, pues bueno. Hace bien poco se suscitó una buena tangana en el Blog de Santi González a propósito de un artículo, también con matices, de Jon Juaristi. La cosa a mi juicio no pudo terminar mejor... pero pudo muy bien haber terminado de la peor de las maneras, porque arteramente alguien deslizó un artículo denigratorio contra Juaristi, aprovechando el río revuelto. Pero como Jon es muy inteligente lo caló a la primera y consiguió neutralizar la infamia.
Juaristi tampoco es infalible, no le habla la zarza ardiente, que yo sepa. Pero no se merecía el epíteto que se le dedicó (que luego fue nobilísimamente rectificado) ni Azúa el de "indigente moral e intelectual", de ninguna manera.