Me interesa comentar ahora una de las falacias analizadas por Roger Scruton: la de suma cero.
La falacia de suma cero, aplicada al estudio del peso de los miembros de una familia en la que uno de ellos es anoréxico, conduce a la conclusión de que, en realidad, lo que ocurre es que el resto se está comiendo la comida del más flaco. De este modo contribuye a enmascarar y perpetuar el problema. Y eso es exactamente lo que el optimista sin escrúpulos hace al contemplar el ámbito internacional, donde la falacia es aplicada con fervor. Ante la evidencia de que unos países alcanzan niveles razonables de prosperidad, mientras que otros se estancan en la miseria, el optimista no intenta analizar cuál es la receta que conduce al éxito, sino que deduce de éste la culpabilidad.
Obsérvese la prodigiosa inversión de la secuencia intelectual que esta falacia provoca. Conseguir una sociedad avanzada depende de una delicada receta realizada a partir de diversos ingredientes: el sistema político, el sistema económico, el nivel educativo y cívico de la población y los gobernantes, la solidez de las leyes e instituciones, el control de los poderes públicos, el mayor o menor control de la religión, el nivel de corrupción... Pues bien, la falacia de suma-cero convierte al mejor indicador de que las cosas están siendo bien hechas en una prueba de culpabilidad: si unas sociedades progresan no es porque han conseguido la alquimia social adecuada, sino porque han explotado a otras. Y, del mismo modo que esta falacia culpabiliza a las sociedades que han hecho bien los deberes, exime de responsabilidad a aquellas que no los han hecho. De este modo, una sociedad abierta y democrática puede ser criminalizada, mientras que otra gobernada por dictadores corruptos puede muy bien ser vista como una víctima.
Al denostar la receta exitosa, la aplicación de la falacia de suma cero impide a las sociedades más atrasadas progresar, ofreciéndoles a cambio una justificación para su fracaso y un cauce para expresar su resentimiento. Pero, en realidad, da la impresión de que al optimista sin escrúpulos no le preocupa tanto el progreso de las sociedades desfavorecidas como culpar a las sociedades triunfantes, y eso nos lleva al origen de esta falacia. Scruton lo sitúa, como el del resto de las que analiza, en emociones originadas en nuestro pasado cavernícola. Sin embargo es posible que el origen de esta falacia en concreto sea más cercano: podría ser un intento de salvar el fracaso de la profecía marxista de la depauperización -según la cual el capitalismo acabaría polarizando toda la riqueza en unos pocos privilegiados y una gigantesca masa sin recursos- trasladándola al ámbito internacional. Con esto el optimista consigue mantener a duras penas sus creencias, y continúa disponiendo a su alcance de unos malvados a quien culpar de su incumplimiento.
Comentarios
Últimamente voy viendo dos casos de este tipo de falacia: más recientemente, el petardo de Ken Loach, que decidió dejar de escuchar música porque su nieta se quedó sorda. La sentimentalidad de la reacción creo que se acomoda bastante bien a su forma de ver el mundo: si hay gente que sufre y tiene carencias, nosotros debemos ponernos a su altura, prescindir de lo que tenemos, a modo de 'homenaje' a su sufrimiento.
El otro caso tiene que ver con la crisis en Europa, donde, al menos en nuestro queridos medios de comunicación, recibe más críticas la Alemania de Merkel (por estar harta de tener siempre que financiar las deudas de otros) que el grupito España-Grecia-Portugal-Irlanda. Alemania ha hecho 'sus deberes' con envidiables seriedad y responsabilidad, pero es el malo de la película, mientras que parece que son los otros países los verdaderos europeístas (aunque si entendemos 'europeísta' como aquel que dilapida lo que tiene y lo que no tiene en causas sin sentido, entonces nadie hay más europeo que ZP y sus amigos).
saludos
Vaya, no conocía esa estupidez de Ken Loach. ¿Podría desarrollar un poco más lo de la “pulsión culpabilizadora”?. Abrazos.
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Muy bien visto, NAVARTH.
Ahora los proletarios, víctimas del capitalismo, se escogen fuera del país propio (y capitalista) en una forma de adopción moral muy satisfactoria y que permite seguir manteniendo un nivel de vida muy capitalista.
Y eso, sin contar los proletarios víctimas del socialismo real a quienes no suelen adoptar hasta que ya andan consumidos.
ANONIMO, me gusta esa frase de Tatcher. Con su permiso, me la guardaré.
Pues lo que cometas de la exención de responsabilidad (me acuerdo que en una de las primeras y gloriosas intervenciones de nuestro Presidente afirmó que las causas del terrorismo eran los “océanos de injusticia”) no sé si es causa o consecuencia del suma cero. Creo que es posible que sea una inclinación previa, que contribuye a que la falacia del suma cero, que diluye completamente la responsabilidad, sea muy bien acogida. Un abrazo.
saludos
PS: al final resulta, como podía intuirse, que Scurton ha leído a Girard (lo cita en la p. 190, y no sé si en alguna más).
Según ellos, en la medida en la que la Ciencia va explicando los procesos a los que no tenemos comprensión, se va eliminando la "necesidad de Dios" (Hawkings dixit), puesto que el mito divino, ha sido creado por el hombre para poder explicarse a sí mismo lo inexplicable.
Tampoco funciona, puesto que la Religión no solamente explica las cosas a las que no llegamos con la ciencia, sino a las que llegamos, pero a las que queremos mirar con una visión diferente. Luego no hay suma cero...
Scruton tiene un breve libro llamado “Breve historia de la filosofía” que empieza con eso mismo que usted plantea. Según él, el científico puede averiguar la causa de un determinado suceso. Pero uno puede estar tentado de continuar la cadena lógica, y, aceptando que las cosas se desarrollan del modo que describe el científico, acabar preguntándose por qué, en cualquier caso, tiene que producirse algo o existir algo. No creo que Hawking haya proporcionado ya esa respuesta (a lo mejor sí, y no me he enterado). Saludos.
http://impertinenteintermitente.blogspot.com/2010/09/dios-y-hawking.html
Un saludo.
: En realidad, suele ser un simple hombre de paja construido, por supuesto, por una falacia del hombre de paja (que sí es falacia).
El caso es que, con frecuencia (y ese es el origen de la falacia suma cero), la cifra de 30.000 cocos no se obtiene haciendo un censo de cocoteros, sino de una manera más sencilla: sumando el número de cocos que tiene cada uno de los habitantes de la isla. De este modo, al dividir la cifra obtenida por el número de náufragos observamos inmediatamente las desigualdades, y podemos apresurarnos a acusar a los abusones. Es un método tramposo: en realidad, puede que haya más cocos en la isla.
El problema es que este método prescinde olímpicamente del camino por el cuál cada náufrago ha obtenido sus cocos. Puede que uno de ellos se haya dedicado a plantar cocoteros; otro, quizás, ha decidido que su religión le impide coger cocos; un tercero, que es cansado… Ante esto caben dos aproximaciones. Una, pensar que si todos imitan al más eficiente conseguirán tantos cocos como él. Otro, usar la falacia de suma-cero y penalizar, precisamente, al más eficiente. Esta opción, obviamente, impide progresar a los que no lo son.
¿Por qué, entonces, se acude a ella? Volviendo a la realidad: ¿por qué, ante la evidencia de que unos países progresan y otros no tanto, se decide criminalizar a los primeros en lugar de animar a los segundos a que los imiten (si es posible)? Bien, aquí hay en juego potentes emociones cuyo estudio excede esta entrada.
Saludos (espero no ser considerado “un boludo”).
1) "Puede que uno de ellos se haya dedicado a plantar cocoteros; otro, quizás, ha decidido que su religión le impide coger cocos; un tercero, que es cansado…" ¿No se le ocurrió pensar, por ejemplo, que los más fuertes se apropiaron del 50 % de los cocos (como sucedió históricamente en muchos casos)?
2) "Ante esto caben dos aproximaciones. Una, pensar que si todos imitan al más eficiente conseguirán tantos cocos como él. Otro, usar la falacia de suma-cero y penalizar, precisamente, al más eficiente. Esta opción, obviamente, impide progresar a los que no lo son."
Falacia del falso dilema. Aquí existen otras opciones, por ejemplo, pensar que el "mas eficiente" fué el "mas fuerte" (insisto, como ha sucedido muchas veces en la historia).
3) Respondiendo a su pregunta. No se trata de criminalizar o de sacralizar. En líneas generales, los países más exitosos han aplicado de puertas adentro rigurosos proteccionismos y, cuando lo han visto conveniente, han adoptado el libre cambio de puertas afuera. Es lógico: Es mucho más rentable importar materias primas y exportar manufacturas que lo inverso. ¿O de dónde cree que salieron las fibras de algodón que alimentaron las máquinas de vapor inglesas? ¿Por qué cree que el norte de USA (proteccionista y meanufacturero) entró en conflicto con el sur (librecambista e importador de manufacturas)?
¿Qué cree que sucedería (hablando de la suma cero) si todos consumiéramos como lo hacen los países centrales y las clases acomodadas de los países periféricos? ¿Leyó el informe Bruntland?
3) La lógica nos indicaría que tienen muchas mas chances de desplegar su creatividad para generar riqueza quienes más oportunidades tuvieron. Y no olvidemos que las oportunidades, por lo general y salvo excepciones, están asociadas directamente al nivel de riqueza que se ostenta volviendo al punto: Los que se beneficiaron con una repartija desigual de una cantidad bienes fijos en un momento determinado (simplemente porque son los que existen disponibles en ese momento) son quienes más oportunidades tendrán de dar rienda suelta a su "creatividad" para generar riqueza modificando así la antes variable independiente y transformándola en otra variable temporalmente independiente.
Y agrego: Quienes heredaron o nacieron en estos contextos tendrán muchas más oportunidades de ser "eficientes" que quienes han nacido en contextos más desfavorables. Las excepciones existen, pero son sólo eso: Excepciones.
a)Que Somalia, en una serie de parámetros (nivel educativo, cuerpo legal, instituciones políticas y judiciales, funcionamiento de los mercados, influencia de la religión, nivel de corrupción etc.) se igualara a, digamos, los Estados Unidos.
b)Que Estados Unidos y Somalia hicieran, en un momento dado, un recuento de sus respectivas riquezas, y, manteniendo invariables los parámetros enumerados en el punto anterior, las dividieran a partes iguales entre ambos.
¿Qué haría usted?
Si la economía fuese un juego de "suma cero" y el bienestar de unos países se debiese a la explotación y el empobrecimiento de otros -como tienden a razonar intuivamente todos los quejicas anticapitalistas- todo lo que han mejorado las condiciones de vida en gigantes como China, Brasil, India... y en otros países muy poblados como Birmania, Etiopía, Camboya, Angola, etc... produciría en igual magnitud el empobrecimiento de otros tantos países, y es obvio que esto no ha ocurrido.
http://www.avelinalesper.com/2016/05/deshumanizar-al-ser-humano.html
Saludos!