Alfonso Alonso se levantó un buen día desasosegado: parecía apreciarse un desmoronamiento en la secuencia formada por un apellido igual al nombre que lo precede menos una letra. No podía dejar de admitir que era completamente inadecuado. Alonso envidiaba a sus amigos. Algunos, con sonoros apellidos abundantes en «ches», las habían podido modificar por varoniles «txes»; otros, astutamente, habían cambiado sus «ces» por rotundas «kas». Lamentablemente Alfonso Alonso no disponía de estos recursos a su alcance. Y, para colmo, su nombre tampoco tenía una buena conversión al euskera. Investigando en una página web de traducción, introdujo la palabra «Alfonso», pero lo más parecido que registraba el diccionario era «alforfón»: arto beltz . Después hizo lo mismo con «Alonso», obteniendo como aproximación «alondra»: pirripio . ¿Podría ser algún día lehendakari Artobeltz Pirripio? Muy improbable. Furioso, cogió su cartera y extrajo su DNI para contemplar sus oprobiosos nombres. Miró el documento...
* Todo parece indicar que Navarth es Fernando Navarro, former MP de Ciudadanos por Baleares en la XI y XII Legislatura