Ahora el partido Sumar propone una nueva extensión del suma-cero que lo llevará hasta el espacio exterior. Resulta que, aunque parezca que en esta parte del planeta aún vivimos razonablemente bien (en espacial los urbanitas dirigentes de Sumar) lo estamos haciendo, no ya a costa de nuestra sociedad, no ya a costa de otros países, sino del propio planeta. Y los malvados capitalistas, conscientes de que ellos (y no los urbanitas dirigentes de Sumar) se lo están cargando, ya han preparado planes para abandonarlo a pesar de que no se disponen de destinos muy atractivos de momento. También, al parecer, están comprando glaciares enteros para que nunca les falte el gin-tonic, y fortifican islas protegidas por los Navy Seals a los que no se sabe cómo pagarán si la economía mundial colapsa. Así que ya no se trata del imperialismo de Hilferding y Hobson, sino del ciberpunk; de una síntesis de El colapso y Elysium. El modelo actual es depredador, nos dice el que defendía el modelo chavista, y propone a continuación la misma receta que lleva sin funcionar desde hace más hace un siglo: el control de la economía. Porque, a pesar de que hablan mucho de igualdad, y a pesar de que no se les conoce ningún conocimiento superior al resto del mundo, se creen capacitados para decir a todo el mundo lo que tiene que hacer. Tal vez ellos mismos son conscientes de su incapacidad y, para que no nos hagamos muchas ilusiones, ya nos anuncian lo que nos esperaría en sus manos: el decrecimiento. En fin, que no son benefactores de la sociedad, sino jetas. Yonquis del poder que quieren ejercerlo sin restricciones y a los que hay que aplicar una vez más el aforismo del añorado Churruca: en cada generación hay un selecto grupo de idiotas convencidos de que el fracaso del colectivismo se debió a que no lo dirigieron ellos.
Las hembras del grillo mormón depositan los huevos en los machos, que los llevan en su interior, los alimentan y los cuidan hasta que nacen los pequeños grillos. Es decir, el grillo mormón macho invierte más tiempo, recursos y esfuerzo en su descendencia que la hembra, y esto tiene dos consecuencias: 1) los machos son más selectivos a la hora de escoger pareja y 2) las hembras –que son más grandes, fuertes y agresivas- compiten entre sí para ser elegidas por el macho. Esta es la fundamental teoría de la « inversión parental » que Robert Trivers formuló en 1972, y funciona exactamente igual –aunque a la inversa- en la especie humana. Sí, amigos, las hembras humanas son más selectivas que los machos y emparejan hacia arriba. Analizando la app de citas OKCupid se comprueba que las mujeres califican al 80% de los hombres como menos atractivos que la media, y este 80% recibe sólo un 30% de respuestas a sus avances: un sesgo evidente. En cambio los hombres afinan mucho más y consideran qu...
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