Uno de los impulsos más potentes del hombre occidental es el deseo de ser considerado bueno, tanto por uno mismo como por los demás. Sin embargo, comportarse bien requiere esfuerzo y, con frecuencia, riesgos. Por eso el hombre desarrolló la capacidad de coordinar ambas variables (bondad y coste), limitando el ámbito de la bondad a la teoría, y evitando realizar los penosos esfuerzos que exigiría su aplicación práctica. Esta creación, que durante mucho tiempo permitió ser bueno sin esfuerzo, llegó a ser conocida como hipocresía. Con el tiempo la hipocresía fue suficientemente entendida y sufrió cierto desprestigio, y por eso el hombre moderno ha tenido que desarrollar otras técnicas. Por ejemplo el progresismo, la religión mayoritaria de occidente, ha desarrollado un complejo proceso de evaluación del bien basado en las intenciones y un estricto sistema de presunciones: se presume que los adeptos de la progresía actúan siempre con buena intención, y sus adversarios siempre con mala. De ...
* Todo parece indicar que Navarth es Fernando Navarro, former MP de Ciudadanos por Baleares en la XI y XII Legislatura