Hasta ahora era un chollo. Eran diputados o cargos públicos, y vivían bien. A veces les ponían un micrófono, les llevaban en un coche oficial, o los sentaban en la primera fila de un acto o una celebración, lo que contribuía a darles una impresión de su propia importancia. Pero sobre todo se sentían bien. Reconfortados al verse a sí mismos luchando -cómodamente, sí- por el bien. Porque la derecha también podía llegar a disfrutar del poder, pero siempre con un cierto sentimiento de culpa. ¡Y cómo se aprovechaban ellos! Habían conseguido convertir la política en un plano inclinado en el que ellos, los buenos, ocupaban la parte superior, y la derecha interpretaba el papel de Sísifo. Era genial: como ellos estaban al lado de los desfavorecidos y oprimidos podían marchar con la cabeza erguida mientras disfrutaban del poder. ¿Y ahora? Ahora sufren un poquito. No mucho, y durante poco tiempo. ¿Y los votantes? « Haga este experimento: intente recordar cómo ha llegado hasta aquí. Si no lo consi...
* Todo parece indicar que Navarth es Fernando Navarro, former MP de Ciudadanos por Baleares en la XI y XII Legislatura