El Che Guevara es el ejemplo perfecto de "iluminado”, entendido como aquél que considera la vida un gigantesco escenario diseñado para su exclusivo lucimiento: por allí pasea como si los focos estuvieran permanentemente dirigidos hacia él. Los iluminados se consideran los protagonistas absolutos de la obra: los demás carecen de importancia, aunque es frecuente que el iluminado afirme virtuosamente que todo lo hace por ellos. Todos, desde luego, deseamos representar un papel interesante en la vida. ¿Qué es, por tanto, lo que distingue a los iluminados? La desmesura. Un exceso de egolatría que se manifiesta en considerar que todo lo externo a él es mero decorado. Su peligro es, por tanto, tremendo, porque el destino del atrezzo -es decir, todos los demás- no les preocupa en absoluto.
Un ejemplo. Todo parece indicar que el Che sufrió un ataque de frustración e ira cuando comprobó que la crisis de los misiles rusos en Cuba no desembocaba en un estallido nuclear, que él parecía considerar el final apocalíptico idóneo para su historia -es decir, para la historia del mundo-. Así se lamentó en el Daily Worker del acuerdo entre Kennedy y Jruschov: «Si los cohetes hubieran permanecido, los hubiéramos usado todos y dirigido hacia el corazón mismo de los Estados Unidos, incluyendo Nueva York, en nuestra defensa contra la agresión». Es decir, envuelto en su palabrería de fraternidad y solidaridad, estaba dispuesto a llevar a la muerte a cientos de miles de personas para su lucimiento.
Muchos, desde luego, siguen admirándolo. Muchos de ellos no saben mucho más de él aparte de que aparece en camisetas. Para los que pretendan remediarlo, pueden empezar por el excelente Compañero de Jorge Castañeda.
Un ejemplo. Todo parece indicar que el Che sufrió un ataque de frustración e ira cuando comprobó que la crisis de los misiles rusos en Cuba no desembocaba en un estallido nuclear, que él parecía considerar el final apocalíptico idóneo para su historia -es decir, para la historia del mundo-. Así se lamentó en el Daily Worker del acuerdo entre Kennedy y Jruschov: «Si los cohetes hubieran permanecido, los hubiéramos usado todos y dirigido hacia el corazón mismo de los Estados Unidos, incluyendo Nueva York, en nuestra defensa contra la agresión». Es decir, envuelto en su palabrería de fraternidad y solidaridad, estaba dispuesto a llevar a la muerte a cientos de miles de personas para su lucimiento.
Muchos, desde luego, siguen admirándolo. Muchos de ellos no saben mucho más de él aparte de que aparece en camisetas. Para los que pretendan remediarlo, pueden empezar por el excelente Compañero de Jorge Castañeda.
Comentarios
Sólo decir de nuevo, y ya lo he dicho muchas veces, y en muchos sitios :
Que por mucho que se demuestre, con pruebas, que el Ché era un psicópata asesino, que olía mal, que era tremendamente cruel y dominante respecto de los que estaban por debajo, pero que, sin embargo, actuaba como un corderito obediente frente a Fidel Castro...
Por mucho que se demuestre, mientras no consigan sacarle FEO en las fotos, y mientras siga estando tan guapísimo y tan atractivo en los retratos de las camisetas . ( Que a Robert Redford, a Clint Eastwood, a Sean Connery, les hemos visto ir llenándose de arrugas, perdiendo su pelo, convirtiéndose en unos vejetes ) , Mientras no se consiga algo así
¡ No hay nada que Hacer !
Seguirá siendo un ikono popular.
¡ Porca miseria !