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LA LEY DE HIERRO DE LAS OLIGARQUÍAS DE HOJALATA


Se dice que los partidos forman estructuras piramidales, pero la imagen no es correcta . En realidad se acaban pareciendo más bien al Pirulí: una exigua cabeza ocupada por el Líder y dos o tres Sumos Sacerdotes -entre ellos el spin doctor-, muy alejada de la base y comunicada con ésta por un delgado pilar por el que descienden las consignas e instrucciones -como hinchar los globos en los eventos, o votar en el Congreso-. Curiosamente suelen llamarse fontaneros a los encargados de estas construcciones. El problema de la fontanería de partido es que es divertida y proporciona a su titular una sensación de poder en la sombra. El fontanero acaba -aunque no haya leído un libro en su vida- convencido de ser una especie de genio oculto, el titiritero que maneja los hilos, Spectra acariciando al gato; esto, para determinados perfiles que surgen de la nada, es muy estimulante. El problema es que, en realidad, los fontaneros controlan poca cosa: intenten ustedes pintar en un papel la estructura orgánica, territorial e institucional de un partido y empezarán a vislumbrar los problemas de organización existentes. Lo malo es que con sus juegos los fontaneros acaban sofocando, tanto las banderas del partido -aquellas que han atraído a los movidos por el deber- como la inteligencia: el Pirulí no está diseñado para que ésta fluya hasta la cúspide. Por eso cuando, inevitablemente, el líder se vuelve tarumba, y empieza a tomar decisiones estúpidas, nadie en el solitario puesto de mando está en condiciones de avisarlo. Este proceso es el que ha destruido a los partidos que se autodenominaron «la nueva política», y posiblemente acabe también con los de la antigua. En todo caso, el fontanero puede emerger de las ruinas y, sin haber aprendido nada, trasladarse a otro partido para seguir jugando desde él.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡¡¡ Qué bueno !!!
navarth ha dicho que…
Muchas gracias
Magna Res ha dicho que…
Bueno, todo depende del fontanero que uno sea, lo que sepa y lo que pretenda, don Navarth.
Ana ha dicho que…
Tal cual!!!

MaikelNait ha dicho que…
Acaba ud. de definir C's en las Autonomías de la extinta Corona de Aragón. No les van a quedar ni mudéjares en la afiliación, ni personal en los actos que no sean sólo los que esperan algo del dueño del Castillo. Más los familiares por supuesto.
viejecita ha dicho que…
Pues sí, querido Don Navarth:

En efecto, con la actual estructura de partidos, "inevitablemente, el líder se vuelve tarumba,”.
Habría que cambiar la ley electoral, con una circunscripción única, y con cada candidato respondiendo ante los electores de Su distrito que lo hubieran elegido ,a él, o a ella, dentro de la lista de su partido. Pero no obedeciendo ciegamente al “señorito” de su partido, etc etc.
Hay una petición en Change.org, para cambiar la ley electoral, pero me temo muy mucho que “Verdes las han segado”, que a los partidos no les apetece nada, que perderían control. Y los secesionistas , nunca iban a aceptar perder poder.
¡ Porca miseria !

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