Las escenas en Kabul -la visión de la desesperación real ante el peligro real- ha desvelado la grotesca farsa política española. Esa práctica de priorizar los problemas, no en función de su relevancia real, sino de su potencia de fuego político. Esa costumbre de posponer los asuntos más acuciantes, pero de difícil solución, en favor de fuegos de artificio. Tenemos un serio problema territorial, un mercado laboral que condena a los jóvenes al paro y la precariedad, un sistema educativo que antepone la ideologización a la comprensión lectora, bajísima natalidad y problemas de sostenibilidad en las pensiones. ¿Qué soluciones proponemos? Lucha contra el heteropatriarcado, lenguaje inclusivo y Franco a mansalva. Estas soluciones atienden a necesidades inexistentes, pero permiten la señalización virtuosa -la virtud es fuente de estatus- y la estigmatización del adversario, reducido a espantapájaros político. Así han conseguido propagar -contra toda evidencia- la sospecha de que España es un ...
* Todo parece indicar que Navarth es Fernando Navarro, former MP de Ciudadanos por Baleares en la XI y XII Legislatura