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Mostrando entradas de julio, 2023

¿QUÉ HACER?

La derecha y la izquierda ya no existen. Existen el bloque guay y el bloque chungo, que coincide básicamente con la derecha. También se le llama rutinariamente «fascismo», pero es inútil argumentar sobre lo inadecuado del término porque el que lo emplea quiere sencillamente decir «caca». Pero cuando ahora el PNV dice que ha parado a la derecha tiene razón. Ellos, con su Dios y Ley Vieja, son de derechas pero ahora esa categoría, insisto, no tiene sentido. Tampoco existe la izquierda, claro. ¿Podría la izquierda, defensora de la igualdad, caminar tranquilamente de la mano de los xenófobos que la aborrecen? Y su tradicional target , el trabajador de bajo poder adquisitivo, ya no es objeto de su interés más que para aumentar sus redes clientelares. Por eso no se obsesionen con lo de izquierda y derecha porque hoy no sirve para nada, no explica nada. Pero entonces ¿qué hay? ¿Qué es lo que mueve a la gente hoy? Los dos últimos tweets de Pedro Sánchez les pueden dar una pista: hay feminismo

EL GOSPLÁN VERDE

Cuando en 1992 se firmó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se fijó como objetivo reducir las emisiones de CO2 sin obstaculizar «que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible». Y esta filosofía –necesidad de combatir el calentamiento sin perder de vista otros asuntos relevantes- se incorporaría en septiembre de 2015 a la Agenda 2030 , que definió 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.  En ellos la lucha contra el cambio climático aparece junto a la reducción de la pobreza, la mejora de la sanidad y la educación y el crecimiento económico como medio último de conseguir todo lo anterior. Sin embargo sólo tres meses más tarde se firmó el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, que mencionando aún la reducción de la pobreza y el crecimiento económico, añadió un objetivo concreto de incremento máximo de la temperatura (1,5º con respecto a la era preindustrial) y un marco temporal (2050). Este cambio tuvo su importancia: como se trataba de un obj

EL CAMBIO CLIMATICO NO ES TODO

Unos científicos descubren que un enorme meteorito está a punto de estamparse contra la Tierra pero en la Casa Blanca la Presidenta, que es conservadora y ajena a la ciencia, recibe la noticia con abulia. El bólido podría ser destruido, pero un plutócrata se opone porque pretende hacerse con los minerales raros que contiene para hacerse aún más rico. Las medidas necesarias no se toman, conservadores y plutócratas escapan en un cohete, el meteorito colisiona y la extinción humana se produce. Como explica Adam McKay, director de No mires arriba , la película es una alegoría sobre el cambio climático, que pone en peligro la humanidad ante la desesperante indiferencia de todos -políticos (de derechas), medios y ciudadanos- que se obstinan en no mirar hacia arriba ignorando la amenaza mortal que se avecina. Si simplemente escucharan a la Ciencia…Si fueran menos estúpidos… La película (que es un bodrio) tuvo éxito porque conectó inmediatamente con una visión ampliamente extendida. El cambio

TRAS EL NAUFRAGIO

Tras el naufragio ministros y asesores se han lanzado a dar las explicaciones más pintorescas. Feijoo embarró el debate dicen todos, intentando que olvidemos el rictus crispado de Sánchez y sus continuas interrupciones. La culpa es de los presentadores que tenían que haber estado entre ambos, ha explicado inopinadamente Zapatero. Valentina de Crepax ha optado–para eso es ministra de ciencia- por una explicación con un nombre impactante: Feijóo empleó el « galope de Gish » que, al parecer, consiste en lanzar trolas como una ametralladora para que el contrario no pueda responder todas. Pero ¿el trolero oficial no es Sánchez? Sí, pero es que en esta campaña ha decidido derrotar a los elefantes de Lakoff por cansancio paseándolos por todos los lados. Y así el presidente, en lugar de pasar de puntillas por asuntos –ejem- no muy presentables, ha decidido exhibir a Bildu -sólo le ha faltado pedir él el voto a Txapote-, el Falcon y las mentiras de su Gobierno, convencido de que al ser tan guap