Hoy les traigo los hábitos sexuales del combatiente (Calidris pugnax), un pájaro originario de Finlandia que luce un vistoso plumaje superior que recuerda un poco a Mildred Roper con una estola de visión. Este plumaje –ya lo habrán sospechado a estas alturas- cumple una función similar a la cola del pavo real: atraer a las hembras. Y los que desarrollan un plumaje más vistoso, que son los de mayor estatus, más agresivos y con más altos niveles de testosterona, parecen atraerlas más. Exactamente igual que en los humanos. Puesto que el plumaje se transmite genéticamente, también habrán sospechado que está correlacionado con alguna ventaja genética: la hembra que se encapricha del combatiente emplumado está, inconscientemente, escogiendo buenos genes.
Pero lo curioso es que, dentro de su competición intrasexual por las hembras, los combatientes machos han desarrollado tres estrategias de apareamiento que se corresponden con tres tipos de plumaje. El biólogo David Lank explica que la mayoría de los que triunfan (el 85%) lo hacen empleando la táctica normal de presumir por el plumaje y ser más chulos; llamémoslo combatiente alfa. Sin embargo hay un 14% que triunfa con una estrategia distinta, la del wingman, el colega que asiste al protagonista en sus empeños amorosos. El wingman tiene un estatus inferior al del combatiente alfa, y luce un pelazo menos espectacular. Sin embargo está siempre cerca de él, y de este modo consigue alguna de las migajas. Fíjense que esto también ocurre en los humanos. Podemos encontrarlo en la literatura y en concreto es la trama de Pearl Harbor: Josh Harnett, wingman en todos los sentidos de Ben Affleck, aprovecha para birlarle la novia en cuanto este último es derribado (nada menos que Kate Beckinsale). Pero lo verdaderamente curioso es que hay un 1% que triunfa empleando una estrategia completamente distinta. Se trata de machos despeluchados, con un bajo nivel de testosterona y un estatus decididamente inferior. Estos machos desarrollan una apariencia similar a la de las hembras e imitan sus movimientos, que aprovechan para merodear indetectados junto a ellas y aprovechar alguna ocasión para proceder a la cópula. Por esa razón son conocidos como «folladores furtivos» (sneaky fuckers). También se llama a esta estrategia «cleptogamia», que hace referencia a cópulas «robadas».
A pesar de que estas tres estrategias, y los plumajes asociados, se transmiten genéticamente, Paula Wright ha querido encontrar estrategias similares en los distintos géneros que recientemente han surgido en los humanos. De este modo defiende que los depredadores sexuales que se declaran transexuales para que los trasladen a cárceles de mujeres están practicando una estrategia, bastante descarada, de sneaky fuckers. ¿Y no sería ese el caso de hombres que se declaran simultáneamente transexuales y lesbianas –estoy pensando en Elizabeth Duval- y que acaban, de este modo, encontrando novia? No es descabellado pensar que alcanzar este éxito les habría resultado más complicado empleando estrategias más convencionales. ¿Y qué decir de los «aliades», esos machos que se apresuran a adherirse ruidosamente a todas las reivindicaciones de las hembras por ridículas que resulten? Entonces, en todos estos casos no se trataría de una expresión de género alternativo sino, sencillamente, de una estrategia de apareamiento heterosexual. Tal vez la estrategia de sneaky fucker sea, sencillamente, la más adecuada al alcance de determinados machos de bajo estatus. "No te la vas a follar", es la burla habitual, algo grosera, que se dirige a los aliades. Pues a lo mejor sí. Disfruten del viernes.
Comentarios
Cada día veo más chicos y chicas jóvenes que viven solos. Y que se están haciendo viejos solos. O sea, que cualquier estrategia para conseguirse compañía, me parece estupendamente. Lo que pasa es que lo de "follar", ha quedado un tanto desplazado por todos esos planazos que se organizan ahora gracias a los móviles.
En la película "Mondo Cane" unos turistas preguntaban a una familia, con una ristra de hijos de todos los tamaños, que vivían en una casucha en Sicilia, sin agua corriente, sin electricidad, sin radio ni televisión ni nada , que ¿ Qué hacían para entretenerse ?
Y todos se miraban unos a otros, y empezaban a reírse...
Me parece a mí, que con tanto móvil, con tanto X, y con tanto FB, va a haber una disminución de población en todo el primer mundo.