El País nos cuenta que el CNI se afana en investigar el Protocolo de los Sabios Neocón, la conspiración anglosajona para atacar la credibilidad de la economía española. El País deja caer, citando fuentes económicas de toda solvencia como Zapatero y Pepe Blanco, que hay “una ofensiva contra el euro”. No hace falta explicar más, y en realidad sería contraproducente hacerlo, pues, al igual que en las mejores películas de terror, es mejor sugerir que mostrar para que cada uno adapte lo sugerido a sus propios fantasmas. Hay que decir que la conspiración está muy extendida, pues junto a la pérfida prensa anglosajona se han alineado para alertar sobre la situación económica española agentes tan diversos como Nouriel Roubina, Joaquín Almunia, cuatro Premios Nobel de Economía e, incluso, el sentido común.
Hoy les traigo los hábitos sexuales del combatiente ( Calidris pugnax ), un pájaro originario de Finlandia que luce un vistoso plumaje superior que recuerda un poco a Mildred Roper con una estola de visión. Este plumaje –ya lo habrán sospechado a estas alturas- cumple una función similar a la cola del pavo real: atraer a las hembras. Y los que desarrollan un plumaje más vistoso, que son los de mayor estatus, más agresivos y con más altos niveles de testosterona, parecen atraerlas más. Exactamente igual que en los humanos. Puesto que el plumaje se transmite genéticamente, también habrán sospechado que está correlacionado con alguna ventaja genética: la hembra que se encapricha del combatiente emplumado está, inconscientemente, escogiendo buenos genes. Pero lo curioso es que, dentro de su competición intrasexual por las hembras, los combatientes machos han desarrollado tres estrategias de apareamiento que se corresponden con tres tipos de plumaje. El biólogo David Lank explica que la m...
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