Acompáñenme, por favor.
Hoy les traigo los hábitos sexuales del combatiente ( Calidris pugnax ), un pájaro originario de Finlandia que luce un vistoso plumaje superior que recuerda un poco a Mildred Roper con una estola de visión. Este plumaje –ya lo habrán sospechado a estas alturas- cumple una función similar a la cola del pavo real: atraer a las hembras. Y los que desarrollan un plumaje más vistoso, que son los de mayor estatus, más agresivos y con más altos niveles de testosterona, parecen atraerlas más. Exactamente igual que en los humanos. Puesto que el plumaje se transmite genéticamente, también habrán sospechado que está correlacionado con alguna ventaja genética: la hembra que se encapricha del combatiente emplumado está, inconscientemente, escogiendo buenos genes. Pero lo curioso es que, dentro de su competición intrasexual por las hembras, los combatientes machos han desarrollado tres estrategias de apareamiento que se corresponden con tres tipos de plumaje. El biólogo David Lank explica que la m...
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Hasta luego
En la guerra incivil, a mi marido le asesinaron a sus dos abuelos paternos en Madrid, junto con el hermano del abuelo, por orden de Carrillo o de su segundo. Y al abuelo materno, lo fusilaron en el Fuerte de Guadalupe, en Fuenterrabía, donde se fue a entregar a cambio de su hijo y su yerno, que ellos eran unos jovencitos, y él tenía un nombre, y les vestía más. Por cierto, los politicastros querían fusilarlos a los tres, pero el jefe militar del fuerte se negó, dijo que eso no era de caballeros, y después de fusilar al abuelo, dejó libres a los dos jóvenes.
Pues cuando volvió Carrillo a España, mi suegro le perdonó, porque dijo que ya había habido suficientes venganza y rencor.
Es gracioso que estos niñatos, alentados por el hijo de quien tanto se tuvo que hacer perdonar, sean justamente los que quieran volver a aquél pasado , que bien pasado debería permanecer.
Ya que hablamos ¿me podría mandar su dirección por mail?
Un abrazo.
Y sí, era un valiente, comparado con los de ahora, pero también fue un valiente el que soltó a su hijo y a mi futuro suegro, a pesar de lo que se jugaba.
Y al abuelo madrileño de mi madre, le salvaron de los paseos los de la CNT y de la FAI, que le pusieron protección ( esos tiarrones que tenían ) en el portal y una placa, con toda clase de sellos, y eso que el hombre iba de Señor, y que no se le ocurría salir a la calle sin su sombrero de copa...
En aquella guerra incivil, hubo canallas que cometieron canalladas, pero también hubo valientes heroicos que se sacrificaron por los demás, en los dos lados.