Máximo Cajal aporta un nuevo ladrillo al edificio de la Alianza de las Civilizaciones.
.
La primera vez que escuché a Cajal fue en un programa de Onda Cero, creo que el de Herrera, en el que defendió vehementemente el derecho de Irán a acceder a la energía atómica. Se basó en un argumento contundente: si otros países de su entorno, por ejemplo Israel, también la tienen ¿por qué no Irán? Cuando los tertulianos le argumentaron que el caso de Irán era notablemente más peligroso al tratarse de una teocracia, Cajal contesto inmediatamente algo parecido a ¡pues anda que no hay fanáticos religiosos en los Gobiernos de otros países, como por ejemplo Israel! Y cuando, finalmente, le recordaron que el presidente de Irán negaba el Holocausto y había declarado explícitamente su intención de borrar del mapa, por ejemplo, a Israel, Cajal protestó ante el establecimiento implícito de tan desmesurada relación de causalidad. El únicamente defendía la posibilidad de que Irán tuviese energía nuclear. Si, como consecuencia de ello, Israel era extinguido ¿a él que le contaban? ¿Cómo podía haberlo previsto? En resumen, Máximo Cajal me pareció el representante idóneo de la Alianza de las Civilizaciones… contra Israel.
Comentarios